REFLEXIONES: Cáncer emocional
Hola, amigos, ¿qué tal? Son muchas las personas que no valoran el trabajo de un terapeuta para asistir a un hijo, su relación de pareja o a un abuelo que necesita asistencia psicológica para terminar felizmente sus días, sin que se sienta abandonado, solo, triste.
La asistencia psicológica no tiene precio, llevar felicidad a un ser humano, evitar un suicidio, llevar la paz a un hogar, reavivar una relación de pareja, arrancar de tu alma esa sensación de abandono, de soledad, de falta de amor, llenándote de paz, encausando tu vida por los caminos del éxito, darte estabilidad emocional logrando que no te sienta triste, que tu autoestima se mantenga en alto, que te sientas motivado para continuar viviendo y luchando con entusiasmo, es algo que no se negocia.
La gente alega muchas veces no tener dinero para ir a un terapeuta, o llevar a su hijo, pudiéndolo perder, sin embargo, si el diagnóstico es un cáncer, movemos cielo y tierra para no perder la vida.
Cuántos seres humanos con cáncer emocional, niños necesitados de ayuda, adolescentes infelices porque sus padres no creen en psicólogos, cuantas parejas sin buscar ayuda, que no luchan por sus matrimonios, cuántos ancianos que lloran en silencio todos los días en sus mecedoras, esperando la muerte, porque sus hijos no le quieren pagar una asistencia.
Otros se lo dejan todo a Dios y alegan que es Él el mejor psicólogo; también pudiera ser el mejor médico, abogado, el mejor maestro para enseñar a tus hijos.
Víctor Martínez no tiene la menor duda de la existencia y el poder de Dios, pero Él siempre obra a través de sus hijos, quienes en su nombre y para su gloria debemos trabajar por el bien de la humanidad. Piénsalo.
Hasta la próxima.
