REFLEXIONES: Dónde está la Iglesia
Hola, amigos, ¿qué tal? ¿Dónde está la Iglesia? ¿Cuál Iglesia? La que fundó Jesús sobre los hombros de Pedro.
En Mateo 16 Jesús declara: “Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”, fundando una Iglesia para evitar el aislamiento de sus creyentes, no quiere que andemos como ovejas sin Pastor.
Jesús se dirige a Simón y le cambia el nombre por el de Pedro, Petra que significa Roca Firme.
Pedro es la única persona del Nuevo Testamento que recibe un nuevo nombre de parte de Jesús. En el Antiguo Testamento, cuando Dios va hacer un pacto con un hombre, le cambia de nombre y le da uno de acuerdo con la misión que va a realizar; como ejemplo tenemos a Abram, cuyo nombre fue cambiado por Abrahám que quiere decir «Padre de muchedumbres», ésa sería su misión, ser el padre en la fe de millones de hombres (Gen 17: 4-8). Tenemos también a Jacob, cuyo nombre fue cambiado por el de Israel que quiere decir «Fuerza de Dios».
Jesús reconoce en Simón, la fe sólida en la cual debía fundarse la Iglesia y por esa razón le asigna la misión de ser la roca firme sobre la cual se sostiene aún después de 2,000 años. Jesús esclarece la misión de Pedro de confirmar en la fe a los demás apóstoles y apacentar al pueblo de Dios (Jn 21: 15-19), como continuación del trabajo del Buen Pastor.
Jesús es el heredero del Reino de David (Lc 1 : 32-33) y El transfiere el poder de administrar la Iglesia – Su Reino – a Pedro y a los sucesores de éste, Lino, Anacleto, hasta la fecha cuyo sucesor es el Papa Francisco.
Algunos han querido dejar entrever que el Papa es el anticristo, palabra que significa, negar a Cristo, a lo largo de todo su pontificado, El Papa ha recorrido el mundo predicando a Cristo como la única salvación para el hombre. Si el Papa fuera el anticristo, el Señor habría fallado al haberle dicho a Pedro: » Las fuerzas del infierno no prevalecerán sobre ella «. Se estaba refiriendo a la Iglesia (Mt 16:18).
Víctor Martinez desea dejar bien claro que la Iglesia somos todos, congregados en el templo, pero la fuerza del Espíritu Santo la sostiene, a pesar de nuestras debilidades y es quien la mantiene unida desde cada hogar donde se ora.
Continuemos orando desde nuestra santa morada en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Hasta la próxima.