REFLEXIONES: Hombres endemoniados

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Hola, amigos, ¿qué tal? Desde que el mundo es mundo han existido los insultos y las ofensas entre los seres humanos. Vemos por ejemplo todas las vejaciones, humillaciones, maltratos, ofensas que sufrió Jesús, hasta ser crucificado, si Él siendo Dios no le cayó bien a todo el mundo, que podemos esperar nosotros.
Lo lamentable del comportamiento mediocre de quien ofende o insulta es que está lleno de odios, rencores, falta de perdón, no hacia el ofendido, sino hacia sí mismo.
Es alguien que no se perdona, que tiene grandes heridas, que se siente acomplejado, resentido con la vida y siente la necesidad de llamar la atención al precio que sea, de subir su autoestima buscando un escenario para lucirse con sus groserías, en pocas palabras es una persona que no está bien psicológica, emocional ni espiritualmente.
En este renglón caben todos esos hombres que maltratan a las mujeres hasta quitarle la vida, que traumatizan a sus hijos con el maltrato y las humillaciones y que viven inconformes y en pleito con la sociedad.
Víctor Martinez sugiere que cuando conoces a una persona así, lo mejor es ponerlo permanentemente en oración, claro está, tratando además de referirlo a un profesional de la conducta que lo pueda ayudar.
Dios bendiga y proteja a todos aquellos que son víctimas en sus hogares de hombres maltratadores, y unja y libere con su Santo Espíritu a esas personas que podrían estar poseídas, endemoniadas.
Hasta la próxima.




