REFLEXIONES: Navidades en medio de la pandemia

Hola, amigos, ¿qué tal? Ya es hora de celebrar, de celebrar unas verdaderas navidades, dignas y apegadas a nuestras tradiciones cristianas.
En las Navidades celebramos el nacimiento del Niño – Dios, del Niño Jesús, la alegría y el gozo de tener al Salvador entre nosotros es incomparable.
Un Salvador que viene a traernos la Paz, no las guerras, ni los conflictos, ni la discordia, ni la falta de amor, que nos predica la unidad familiar, honrar a los padres, la prudencia, la pureza, la castidad, la mansedumbre, la humildad, la caridad, respetar la vida, comportarnos según sus designios, amarlo sobre todas las cosas y amar al prójimo como a sí mismo.
Estamos de fiesta porque ha llegado al mundo la gran noticia y la gran alegría de recibir una vez más al mismo Dios hecho hombre que vino a salvarnos, a reivindicarnos, a perdonarnos, a enseñarnos cómo ganar el Reino de los Cielos.
Hoy, 2000 años más tarde nos damos cuenta de que a pesar de ser una celebración sagrada, la hemos convertido en una fiesta consumista, de derroches, de excesos, de vanidad, una fiesta egoísta, competitiva, en la que el alcohol, las drogas, la promiscuidad y todos los males que acechan al hombre asoman para quitarle su brillo y el verdadero sentido sagrado, cristiano.
Víctor Martinez piensa que tal vez la pandemia de este año 2020, nos ha enseñado a celebrar el nacimiento del Niño – Dios, con austeridad, con humildad, sin derroches y pensando en los predilectos del Padre, los más necesitados.
Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad, que aman al Señor, que reconocen y respetan la celebración de su nacimiento.
Hasta la próxima.