En Washington ¿cómo sofocar el extremismo?

La ambición de poder de un mandatario aplastado en las urnas, ha herido de muerte la democracia Norteamericana.
En polÃtica, la cultura, la formación de la persona no cuenta, es asà como se debe analizar el salvajismo de los supremacistas que siguen a Donald Trump.
Incluso, esos ángeles infernales han llegado al extremo de cuestionar su democracia, al desafiar sus sÃmbolos.
El mundo recuerda por siempre el 11 de septiembre del 2001, fue un golpe a Estados, y el ejecutor, un extranjero educado en la jungla de cemento.
Tras las vÃctimas inocentes de la barbarie, la inteligencia inició la cacerÃa, ahora el perseguido, es una pieza clave del sistema, y muy pesada por cierto.
El manifiesto desprecio del presidente Donald Trump por extranjeros en proceso de legalizar su status, fue lo que posibilitó que la gente eligiera su propio destino.
Ya es tarde para reflexiones, en momentos en que supremacistas con o sin uniformes sembraban la muerte de Las Vegas, en Miami… ¿en cuántos Estados cayeron ciudadanos vÃctimas de las armas, de sus fabricantes amparados por la administración Trump?
Si como se ha filtrado, la hija del aún presidente Donald Trump no permite que el Servicio Secreto utilice los baños de su mansión, no resulta extraño, es el sello inconfundible de los supremacistas.