Advertencia fallida del Alcaldía SDE y DIGESETT

SÉPTIMO ROUND
Se guayaron quienes se creyeron el cuento de que alcalde Manuel Jiménez enfrentaría ocupación ilegal de aceras
Por la Redacción
SANTO DOMINGO ESTE. R.D.
Quienes pensaban que la Alcaldía de Santo Domingo Este (ASDE) y la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT) enfrentarían a quienes ocupan aceras y obligan a peatones a caminar por las calles, se guayaron.
Una vez más, el alcalde Manuel Jiménez se quema, falla y su advertencia de que limpiaría las aceras para permitir el libre tránsito de peatones, se convirtió únicamente en amenaza, en buche y pluma nada más.
Hace más de un mes, el alcalde de SDE amenazó con enfrentar a los ocupantes ilegales de calles y aceras, especialmente negocios de ventas de vehículos.
Pero, eso fue una simple amenaza para hacerse sentir, pues esa situación sigue su agitado curso, ocurre hasta en las narices de las propias autoridades municipales.
Las aceras, en cualquier calle o avenida, son utilizadas como estacionamientos para exhibir vehículos en venta, talleres de mecánica o negocios móviles, impidiendo el tránsito de peatones.
El flamante y endiosado alcalde de SDE dio un plazo de 15 días a los dealers y comerciantes para desocupar voluntariamente las áreas, consideradas un bien común, por donde caminan niños, ancianos e inválidos.
El cantautor Jiménez advirtió que, de lo contrario, la Alcaldía y la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT) procederían a desmontar todos los negocios que estén ocupando de manera irregular las áreas públicas.
Sin embargo, quienes creyeron en esa promesa, volvieron a guayarse, puesto todo fue un amagar y no dar.
La ocupación de aceras es ilegal y, además, impide el paso de peatones, que tienen que lanzarse a las calles, poniendo su vida en riesgo.
Entre las vías más afectadas por esa situación están la Carretera Mella, Av. San Vicente de Paúl, Charles de Gaulle, Carretera de Mendoza y Sabana Larga, donde el tránsito es un verdadero caos y hasta los vertederos improvisados entorpecen el paso de peatones.