El despilfarro sigue en el Estado; dirigentes PLD e hijos son privilegiados
SANTO DOMINICANO, R.D.
Un periodista amigo de los viejos tiempos, nos hizo llegar la información de que el Estado paga cada mes, 20 millones de pesos por el edificio donde se encuentra el Ministerio de Industria y Comercios.
También se denuncia que el propietario del edificio donde está el Ministerio de la Administración Pública, es propiedad, supuestamente, del exministro de Turismo, Francisco Javier García, quien lo habría rentado al Estado por una suma que bordea los 15 millones al mes.
La misma fuente establece que el ex canciller Miguel Vargas dio al Estado, en alquiler, una propiedad que ronda los 12 millones al mes.
El edificio, en el cual Ito Bisonó, despacha, en su condición de principal incumbente, dicen es propiedad de un antiguo funcionario del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) e íntimamente relacionado con el ex presidente Danilo Medina.
Antes, sería bueno saber si el Poder Ejecutivo podría ordenar a su Consultor Jurídico la revisión de esos contratos de alquileres, además, establecer si las edificaciones abandonadas en el Centro de los Héroes (La Feria), rehabilitarlas implicaría tantos millones.
Hasta ahora, parece confirmarse que ciertamente «somos un país rico, pero pobremente administrado».
Aunque el poder de los corruptos de ayer y beneficiarios de las actuales autoridades, también cobran sin trabajar en el exterior.
Se cita a la hija de Gonzalo Castillo, el mismo ex funcionario que se menciona en varios casos de corrupción, cobrando 5 mil dólares en el Consulado de Chicago, con asiento en Santo Domingo. Otra figura recibe unos miles por un cargo con asiento en Venezuela. El hijo de otro miembro del poderoso Comité Político del PLD, aún está en Londres.
Un dirigente del PRM, partido de gobierno, comentó que esos hijos de turpenes del PLD ocupan esos cargos hasta que «aparezcan» perremeístas «que quieran” ocuparlos.
Esta ironía parece formar parte del malestar existente a lo interno del Partido Revolucionario Moderno.
