ACTUALIDADNACIONALESRELIGION

REFLEXIONES: Ante la tumba de mi madre

   AYUDAME A SALVAR UNA VIDA   

 

Hola amigos, ¿qué tal? Sin importar el tiempo, cuando un ser muy querido se nos va, siempre sentiremos su ausencia, he aquí un diálogo ante la tumba de mi madre, al cumplir un año más de su partida:

Hola, aunque sé que estas mejor que yo, descansando ya de las calamidades de este mundo, te extraño mucho mamá, no dejo de afligirme en ocasiones cuando me acuerdo de ti.

Lo sé, hijo del alma, pero no pierdas tu paz y tranquilidad sufriendo por mí, yo estoy muy bien, no me ates a este mundo, debo cumplir mi nueva misión, junto al Señor.
Perdóname, pero es duro, muy duro, te extraño tanto, antes no sabía cómo sería el mundo sin ti, queda una sensación de angustia, de infelicidad, de tristeza.

Hijo, tienes que seguir viviendo, tienes otros que necesitan de ti, y tu misión no ha terminado en ese mundo, así que levántate y deja de pensar en mí, de sufrir, eso no está bien, recuerda que siempre has dicho que eres el hombre más feliz del mundo y esos recuerdos te afligen. Ya suéltame.

La verdad mamá que quisiera darte todo el amor que no te pude dar, abrazarte de nuevo, besarte, tenerte a mi lado, escuchar el sonido de tu voz, ¿Por qué te tuviste que ir?

p://://infoclick.me

Calma, calma, hay cosas que nunca vas a entender hasta llegar aquí, hoy me tocó a mí, mañana te tocará a ti, mientras, trabaja por tu santidad para que heredes el Reino de los Cielos, ama a todo el mundo, has bien al prójimo, no hagas daño a nadie, ayuda al Padre en la salvación del mundo, que a eso fue que Él nos envió al planeta tierra, sal de tu zona de confort, no abrigues egoísmo, sigue haciendo tus grandes obras de caridad, ayuda al desvalido, al pobre, al enfermo, al que sufre, ellos todos son hijos de Dios y solo podrán recibir Su Ayuda a través de nosotros.

Tú sabes bien que me he pasado la vida ayudando, a veces me siento cansado, abrumado, ver tantos seres queridos partir con toda esta pandemia que estamos viviendo, en verdad que no es fácil, además madre querida, recordarte cada mañana, soñar siempre contigo, extrañar a papá, ver amigos que sufren en medio de todo esto, sintiéndome impotente, en verdad me aflige.

Lo sé hijo, lo sé, te conozco mejor que nadie, pero vuelvo y te repito, no te apegues a los que partimos, nos hacen daño, tienen que aprender a soltar a sus muertos, ni tampoco permitas tristeza en tu corazón, dale entrada a la presencia de Dios.

¿Recuerdas aquel pasaje, de aquel discípulo que antes de seguir al Señor le pidió ir a enterrar a su padre?: “Señor, dame permiso para que vaya primero, y entierre a mi padre, y Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.” (Mateo 8:21).

¿Sabes que te quiero decir con esto, hijo querido? Que hay que dejar ir tranquilos a nuestros seres queridos y continuar con la alegría de vivir y servir, Víctor Martínez, te amé, te amo y te amaré en la eternidad. Hoy soy yo, quien te digo, hasta la próxima.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba