REFLEXIONES: La obediencia
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Hola amigos, ¿qué tal? La obediencia es la acción de acatar la voluntad de la persona que manda, de lo que establece una norma o de lo que ordena la ley.
Desde que nacemos nos están inculcando el sentido de la obediencia, la experiencia ha demostrado que los desobedientes, rebeldes, que no caminan por donde tienen que caminar, al final se estrellan y fracasan, y no me refiero a quienes con razón se revelan en alas de la justicia.
La Biblia, incluso, requiere sumisión y obediencia a seis autoridades principales:
1. A los padres, lo vemos en Colosenses 3, “Hijos obedezcan a sus padres en todo, porque esto agrada al Señor”
2. A los maestros, lo vemos en Proverbios 5.
3. A los esposos, Colosenses 3, “Casadas estén sujetas a sus maridos, como conviene en el Señor” (Claro si tienen la cabeza bien puesta y son dignos de ser obedecidos)
4. A los amos o patrones, 1 de Pedro, “Criados estén sujetos con todo respeto a sus amos”.
5. A los gobernantes y autoridades, Tito 3, “Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra”. (No a la corrupción, ni cosas mal hechas)
6. A Dios, “por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatus y mis leyes” Génesis 26.
Víctor Martínez piensa, que no podemos abandonar nuestras tradiciones y valores que desde niños nos inculcaban respetar y obedecer a los mayores, si nos preocupáramos más por cumplir con el precepto de la obediencia, hacer cumplir las normas y leyes establecidas en el hogar, la escuela, la sociedad y sancionar cómo debe ser, con justicia, a quienes las inflijan, otra cosa sería el mundo.
De todas maneras, con solo aprender a obedecer a Dios sobre todas las cosas y cumplir sus mandamientos, bastaría.
Hasta la próxima.
