REFLEXIONES: Me preocupan los adolescentes
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? Siempre me han preocupado los adolescentes por la etapa que les toca vivir con todos los cambios mentales, hormonales, físicos, espirituales, sexuales, propios de la edad, que los deja inmersos en una crisis pasajera, pero para ellos difícil.
Lo que más me preocupa es quienes le rodean, la incomprensión de algunos padres, la forma en la que minimizan sus inquietudes, la falta de atención, la sobreprotección por parte de algunos y las exigencias exageradas por parte de otros, la poca estabilidad que le ofrecen en el hogar y los malos ejemplos de los mismos padres que los confunden aún más.
¿Qué te trae un adolescente frente a un grito desesperado? Te traen grandes preocupaciones, confundidos con su identidad de género, sintiendo una gran soledad y falta de amor, luchas entre el bien y el mal, situaciones de aislamiento por no querer compartir con nadie, jartos de situaciones en sus hogares queriendo abandonarlos, sentimientos encontrados por la separación de los padres, inseguridades y temores frente a la vida, problemas de autoestima y sufrimientos por bullying, desadaptación escolar, social, por sentir fobia y no querer estar en los ambientes, etc.
Si le agregamos los efectos de la pandemia con el aislamiento social en todo este tiempo, sin compartir con los amigos, sentados en una computadora, horas y horas, tiempo de ocio navegando en las redes y viendo lo que los padres ni se imaginan, con video juegos en exceso, falta de oración comunitaria, falta de retiros espirituales y asistencia a la Iglesia, cada día más alejados de Dios, por que los padres descuidan la fe de sus hijos, acomodándose ellos, ya ustedes deben imaginarse el vacío de un adolescente.
Algunos logran que sus padres entiendan que necesitan ver a un psicólogo y cuando llegan, externan los temores, ansiedades, fobia social, escolar, sentimientos profundos de soledad y grandes confusiones de identidad sexual, desorientación vocacional, deseos de quitarse la vida, en fin, una serie de síntomas que los enmarca en un presente sumamente infeliz, con un futuro tenebroso, oscuro y sin salida.
Víctor Martínez hace un llamado una vez más a los padres, no descuiden la salud mental de sus hijos, aún cuando ellos les hagan ver que están de maravillas, hay que estabilizar el hogar, ponerles atención, buscarles las ayudas necesarias, y sobre todo atender la parte espiritual que tanto vale en esta etapa de la vida.
Padres, ya ustedes crecieron y vivieron sus experiencias espirituales, no quieran arrastrar a sus hijos por comodidad, busquen de Dios, amen a Dios sobre todas las cosas, hagan que la presencia de Dios sea importante en ellos, oren en familia y tendrán la mas valiosa de las herramientas para salvar a sus hijos de los males de este mundo.
Hasta la próxima.
