REFLEXIONES: ¿Habrá muerto el romanticismo?
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Hola amigos, ¿qué tal? En medio de este mundo convulsionado, de tantas preocupaciones y ocupaciones, Víctor Martínez se pregunta: ¿habrá muerto el romanticismo?
¿Será mi pregunta señal de que estoy entradito en edad?, pues hoy yo no me veo, por ejemplo, enamorando a alguien con un reguetón.
Qué maravillosos eran aquellos tiempos en los que llevábamos serenatas para enamorar a las chicas, nos poníamos lindos para lucirnos en el coro de la Iglesia, los domingos en la mañana, nos íbamos al cine al mediodía, para luego pasearnos por el malecón domingo en la tarde, todo esto después de haber bailado, el sábado en la noche, en la casa de uno de los muchachos con tocadiscos, refrescos, luces encendidas y madres asechando.
Éramos una generación de chicos románticos, cuando alguno de nosotros sufría de mal amor, recordábamos a Juan Lockwad con aquella estrofa: “Cuando yo te olvide, que quizás sea pronto, porque nada impide que el amor se canse de tanto esperar”, o al poeta Juan Llibre: “Te digo adiós y acaso te quiero todavía, no sé si es de olvidarte, pero te digo adiós, no sé si me quisiste, no sé
si te quería o tal vez nos quisimos demasiado los dos.”
Waooo que hermoso es vivir de los recuerdos, no éramos chicos vulgares, éramos sanos, nos reuníamos todas las semanas, con nuestro grupo de jóvenes en la parroquia, orábamos, llorábamos, nos contábamos nuestras penas y salíamos alegres a conquistar el mundo.
Si añorar todo esto y recordar es estar obsoleto, viejo, pasao o totao, como dicen los jóvenes, bienvenidos sean los recuerdos, el romanticismo y todo lo que nos hizo tan felices en nuestros tiempos, hasta las novias o novios que alcanzamos a ver desde lejos, ya maduritos.
La suerte Dios, para las nuevas generaciones, es que tú nunca te pones viejo, obsoleto, ni mueres. Glorificado seas por siempre.
Hasta la próxima.
