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REFLEXIONES: Padres mediocres

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Hola amigos, ¿qué tal? Ante todo, vamos a definir lo que es ser mediocre.

Una persona mediocre indica algo o alguien que no presenta la calidad ni el valor que sea mínimamente aceptable para su entorno.

La palabra mediocre es utilizada como sinónimo de mezquino, mediano, vulgar y común. Los mediocres viven en un mundo de negativismo autodestructivo y se han propuesto consciente o inconscientemente, contaminar la vida de los demás, no hacen nada por nadie y menos por ellos mismos.

Atreverse a decir que unos padres son mediocres porque no tienen el nivel de vida que ese hijo pretende que deben tener, deja mucho que desear.
Esto te rebela la inversión de valores que nuestros muchachos de hoy tienen, esa forma de pensar que sí es mediocre, pues ellos creen que las cosas materiales son todo, que el dinero es lo que da la felicidad, y que, si su estilo de vida no es como el del amigo, están en desventaja.

Valorar a las personas por lo que tienen es desgarrador y humillante. Deberían fijarse en quienes están en peores situaciones que ellos para que aprendan a valorar todo lo que tienen.

 

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Lo triste es que, en ocasiones, nosotros los padres somos los primeros responsables de que nuestros hijos piensen así.
Ese hijo entristeció el corazón de ese padre que lloró ante mí.

La vida cómoda, creerse con derechos a tenerlo todo, recibir educación sin Dios, no participar en programas de bienestar social y ayuda a la comunidad, no participar en retiros espirituales, vivir esclavizados frente a la pantalla chica, sin control, que por cierto los padres son los primeros que le damos muy malos ejemplos, todo esto y mucho más es lo que está convirtiendo a nuestros hijos en pequeños monstruos, materialistas, que terminan optando por un suicidio o por un estilo de vida “moderno”, en el que nada es nada, nadie está definido, todos están sexualmente extraviados, y te dicen como si nada que no creen en Dios.

Que triste ver a nuestros hijos crecer y caminar hacia un mundo de infelicidad, sin rumbo, ni norte, ni luz que alumbre el camino verdadero que deben seguir.

Hasta la próxima.

 

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