El mal destruye la amistad

AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Tras la tragedia acontecida en mi país en la que un amigo de infancia le cercenó la vida, a su amigo, de manera brutal, un extraordinario hombre, lleno de grandes valores y virtudes, sobre todo en la amistad, he escuchado algunas opiniones con ligereza que aluden a la amistad.
“Por eso es por lo que, no se puede creer en amigos”, “Nadie es amigo de nadie, solo por interés”, “Es mejor no confiar en nadie”, etc., etc.
Víctor Martínez levanta su protesta frente a esas creencias, para mí la amistad sí existe, los amigos sinceros sí existen, nos dice la Palabra de Dios en Proverbios 18:24 “Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano”, de la misma manera Eclesiástico 6: 14, nos dice: “Encontrar un amigo fiel es como dar con un tesoro o como hallar un refugio seguro. Un amigo fiel no tiene precio: su valor no se mide con dinero. Un amigo así nos salvará la vida. Si obedecemos a Dios, hallaremos ese amigo, y sabremos reconocerlo, porque él también obedece a Dios.”
Entonces mis queridos hermanos, ¿Por qué nos fallan algunos amigos?, si la amistad es una mano extendida, una sonrisa que te anima, una mirada que te comprende, una lágrima que se une a tu dolor y una palabra que te dice: Aquí estoy. No te suelta en los momentos difíciles, te aconseja, si es necesario, te quiere tal como eres y no te deja caer.
Siempre he expresado que el demonio anda suelto, destruyendo familias, amigos, sembrando cizaña, metiéndose en la mente y el corazón de los seres humanos para ponerlos a hacer atrocidades y alejarlos de Dios, tenemos que estar alerta frente a los males de este mundo y revestirnos de la presencia de Dios para protegernos.
Cuando niños y adolescentes se pasan la mayor parte de su tiempo encerrados, frente a la pantalla chica, arrancando cabezas en video juegos, disfrutando al matar a la gente, viendo pornografía y muchas otras cosas más con las influencias del mal, es cuando temo al futuro de nuestra sociedad, pues la violencia y la insensibilidad, serán el rumbo y el norte en el comportamiento diario de ellos. Esto ya lo estamos viviendo.
Sin embargo, al ver el comportamiento y los controles de otras sociedades, pienso, que no todo está perdido.
Dios les bendiga y les de sabiduría para cuidar, conducir y controlar a sus hijos.
Hasta la próxima.




