
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Si algo debemos pedir al Señor es la capacidad de entendimiento, inteligencia para entender sus mensajes.
El profeta Samuel, hombre humilde y ferviente suplicaba: “Habla Señor, que tu siervo escucha” (1 Sam 3,10), no quería que le hablara a través de ningún profeta, por considerar que, si el Señor inspiraba e iluminaba a los profetas, Él que es el Padre lo instruiría mejor sin ellos, “pues ellos sin Ti nada útil lograran”.
Víctor Martínez tiene años enviando cada mañana estos Mensajes de Amor inspirado por el Espíritu Santo, palabras en ocasiones muy hermosas, pero que no necesariamente comunican el espíritu de igual manera a cada quien, pues si tu calla a Dios, si no enciende tu corazón, si tu no estas receptivo a encontrar el mensaje que el Espíritu Santo quiere dejar en ti, no son más que simples letras sin sentido.
Los predicadores podemos transmitir misterios, proclamar los mandamientos, pero es Dios quien revela el sentido, quien abre la comprensión, quien nos ayuda a cumplirlos. Yo podría motivarte, animarte, para caminar, pero es Dios quien te va a señalar el camino, y te va a dar fuerzas, pues es Él quien te instruye e ilumina tu corazón.
Yo puedo hacer resonar mis palabras en tus oídos, pero Dios te da la facultad de entenderlas.
La Palabra de Dios supera la ciencia de todos los filósofos y sabios de este mundo y no hay que ponderarlas con criterio humano, no hay que citarlas para vana complacencia, sino oírlas en silencio y recibirlas con toda humildad y afecto, en Juan 6, nos dice: “Mis palabras son espíritu y son vida”.
Este mensaje inspirado a través de Imitación de Cristo, nos recuerda el salmo 94, cuando nos dice: “Dichoso el hombre a quien Tú instruyes, Señor, y a quien enseñas tu ley, para mitigar sus temores en los días adversos”, y no se sienta desamparado aquí en la tierra.
Repite una y otra vez, cada día: “Habla Señor, que tu siervo escucha” y mantente receptivo a la voz del Padre en tu interior.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes como cortesía de nuestro exalumno muy agradecido.
Que la gracia y la paz sean con ustedes de parte de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo.
Hasta la próxima.