AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Es la violencia escolar generada muchas veces por el bulling, la burla, el querer ridiculizar al otro frente a los demás, molestándolo, uno de los aspectos que más problemas está generando en las escuelas.
En mis tiempos de director de escuela recuerdo que si bien es cierto que recibía con amor a todos los estudiantes que me tocaban las puertas, aunque fuesen expulsados incluso de otros colegios, no me temblaban las manos para expulsar a todos los que no se sometían a los reglamentos establecidos, pues un valor fundamental en el colegio, era apoyar, aceptar y respetar a todo estudiante, sin importar sus limitaciones físicas o emocionales, incluyendo sus creencias religiosas o preferencias sexuales.
Me encantaba ver como mis muchachos acogían con respeto a cualquier compañero, sin importar sus limitaciones, integrándolos a la comunidad escolar, admiraba como eran perfectos colaboradores del sistema personalizado establecido en nuestro colegio, verdadera comunidad de amor.
Pero… siempre aparecía uno que, con sus resentimientos y rebeldías, por los problemas que traía de la casa, no se adaptaba y venía a traernos situaciones delicadas y a romper la paz y la armonía que allí reinaba.
Estos chicos siempre han existido y existirán y las escuelas tienen que establecer mecanismos de prevención para evitar la violencia, no se puede hacer caso omiso de los conflictos y tomarlos como que son cosas de muchachos, cualquier niño o adolescente le puede desgraciar la vida a un compañero con la violencia.
Debemos entender lo que siempre he predicado, lo más importante no es la parte intelectual, las calificaciones nunca me importaron, es educar en valores, fomentar la fe, impartir cursos de relaciones humanas y convivencia, el ejercicio de la caridad y el amor al prójimo, hay que incentivarlo en las escuelas.
Víctor Martínez estaba convencido de que tranquilidad venía de tranca y aprendí de Dios que, así como tenemos una mano suave y acogedora, debemos tener otra fuerte, para alternarla, incluso con los hijos, pero no podemos perder de vista que el amor todo lo cura y lo supera.
Hoy las leyes han cambiado, tengo mis reservas en algunos aspectos, no se pueden expulsar a los chicos de las escuelas, no tienen los colegios mecanismos para cobrar sus tarifas si los padres son morosos, razones por las que los directores han tenido que establecer normas a veces incómodas para recibir a sus estudiantes, como lo es el pago por adelantado. En los hogares los hijos quieren reclamar sus derechos sin cumplir con sus deberes y los padres son mas permisivos que nunca, antes nuestros padres estaban convencidos de que era preferible “una bofetada a tiempo que un psiquiatra más tarde”, y aunque no estoy de acuerdo con el maltrato al menor, ni a nadie, asimilo muy bien el sentido de esa frase.
Y lo que es peor aún, han querido sacar a Dios de las escuelas, ver un amanecer, creación de Dios, para izar la bandera en una escuela con los estudiantes en sus filas y no elevar una oración al Creador dejándoles un bálsamo de paz, de amor de Dios, de ternura, de esperanza, es un gesto imperdonable por parte de los educadores.
¿Qué será de nuestra sociedad dentro de algunos años?
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestro hermano Rafael Coplín.
Hasta la próxima.
