AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
DIA: 24
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Después que descubrí que el ángel Gabriel le dio instrucciones a la Virgen María de postrarse para hablarle a Su Señor, luego de ver en las Mezquitas el gesto de los musulmanes de postrarse al orar y buscar el fundamento bíblico de este gesto, he podido encontrar que la postura más reconocible de la oración musulmana y la de los cristianos debe ser tocar el suelo con la frente.
Es el ápice de la oración de una persona, y está mencionada en las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad como la posición en la que el orante está lo más cerca posible a Dios. «La mayor cercanía con su Señor es cuando se encuentra prosternado».
Deberíamos considerar los siguientes versículos bíblicos:
«Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando…» (Mateo 26:39).
«Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, Le adoró…» (Josué 5:14).
«Y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus rostros…» (Números 20:6).
«Entonces Abram se postró sobre su rostro…» (Génesis 17:3).
«y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios» (Apocalipsis 7:11).
«y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra» (Nehemías 8:6).
«Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros…» (1 Crónicas 21:16).
Muchos otros lugares de la Biblia, donde encontramos el método de oración mencionado, nos recuerdan la forma en que oran los musulmanes. En el libro bíblico titulado Daniel, podemos leer una descripción de Daniel orando a Dios en un momento de gran crisis.
Sin embargo, de acuerdo a la Biblia, hay más de una postura correcta para la adoración u oración.
Víctor Martínez ha descubierto la efectividad de la oración cinco veces al día, postrado, con humildad ante el Señor.
Hoy el ejercicio espiritual en esta Cuaresma, consiste en postrarte con humildad ante Dios y orar con tu frente pegada al suelo y las palmas de tus manos, verás los resultados.
«La meta de todo cristiano debería ser vivir en un estado de adoración ininterrumpida». Cuando esa es la meta de nuestras vidas, arrodillarse, postrarse, estar tirado en el suelo y caminar por la calle, son posturas de oración y adoración que agradan a Dios.
Gracias a nuestra hermana Mélida Ortiz por hacer posible que este mensaje llegue hasta todos ustedes y unirse en oración por todos nosotros.
Hasta la próxima
