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Donald Trump rompe alianzas comprometedoras  

Trump insta a EU a combatir a criminales para no “terminar” como Europa”Los Estados Unidos en su política exterior tienen como estrategia inspiradora, la combinación de la fuerza militar y la reducción de la distancia geográfica.

El presidente Donald Trump, nos recuerda al primer presidente norteamericano George Washington, cuando advierte a Europa, de las comprometedoras alianzas.

En ese tiempo, el presidente de George Washington llamó la atención, cuando estableció lo siguiente: ‘’Sería imprudente, atarnos con lazos artificiales a las ordinarias vicisitudes de su política (Europea) o a las combinaciones y colisiones de sus amistades o enemistades. Nuestra situación, desapegada y distante, nos invita y nos permite seguir un rumbo diferente, (EEUU). ’’

Releyendo al ex canciller Henry Kissinger, encontramos, la visión norteamericana, al concretar, que el juicio político del Presidente George Washington, fue considerado como una máxima moral y no como una estrategia geopolítica práctica.

Es decir, que los Estados Unidos, depositarios en ese momento del principio de libertad, al haberse enfrentado a la “Corona Inglesa», de quien se liberaron y abandonan los hábitos y costumbres del linaje y la primogenitura de los reinados; estimaron como natural, interpretar la seguridad que les confiaban los grandes océanos como señal divina, afirma Henry Kissinger, y atribuyendo sus acciones a una superior visión moral y no un margen de seguridad que no compartían con ninguna otra nación, debido al océano que lo separa.

Desde luego, traigo esta visión de la política exterior, a propósito del desencuentro o el Affaires qué ha movido la opinión pública mundial, entre el presidente Donald Trump y el comediante VolodimiZelenski, quien de inmediato a su salida de la Casa Blanca en Washington, visitó Londres – Inglaterra, en procura de apoyo de los europeos a la causa guerrerista junto a su súbdito Canadá, perteneciente al Reino Unido–Inglés.

George Washington
George Washington

En aquel entonces, los norteamericanos liderados por George Washington, entendieron que debía haber una ruptura con el reinado de Inglaterra, bajo la convicción de que las constantes guerras europeas, eran el resultado de sus cínicos métodos de gobierno.

Contrario a la creencia del surgimiento de los gobiernos norteamericanos, cuyos padres fundadores, pensaron en que los Estados Unidos podían actuar como socios cooperativistas y no como desconfiados rivales y nunca al servicio de intriga y competencias destiladas entre intereses egoístas, al margen de una visión moral como es la presencia de armas nucleares y la eclosión de una guerra termonuclear.

Lo más importante del desencuentro o affaires ha sido la declaración del Presidente Donald Trump y su profundo convencimiento, (con un tono de rectitud) y representante de una Nación poderosa, que refleja en forma clara y precisa, la idea de la paz y la tradición de sabiduría norteamericana, en asegurar continuamente la democracia y el convencimiento de qué la libertad no se hace con guerra.

Alexander Hamilton

Pero no fue solamente George Washington, también Alexander Hamilton rechazó la primera de la guerra y llamó a los guerreristas una minúscula minoría.

Afirmaba Hamilton, que la mayoría de los dirigentes norteamericanos estaban tan convencidos en ese entonces, que los Estados Unidos tienen la responsabilidad especial de difundir sus valores, como contribución a la paz mundial. 

En ese entonces como ahora, los desacuerdos se relacionaban por el método que se utilizaba y ello estaba ligado a la difusión de instituciones libres, como objetivo principal de su política exterior y a confiar en la reproducción de su ejemplo en otros países del mundo.

Por eso también hay que recordar las palabras de Tomas Jefferson, quien advertía en modo axiomático, que un gobierno republicano justo y sólido en los Estados Unidos es, ‘’un duradero monumento y ejemplo’’, para todos los pueblos del mundo.

Tomas Jefferson

Por eso Jefferson al referirse a la política exterior, refrendaba que los Estados Unidos actuaban en nombre de toda la humanidad, como hoy creo yo actúa el Presidente Donald Trump evitando una guerra termonuclear, catastrófica y de impredecibles consecuencias.

Hacía hincapié, el gran Presidente Tomás Jefferson, en lo siguiente:

‘’Esas circunstancias negadas a otros, pero concedidas a nosotros, nos imponen el deber de probar cuál es el grado de libertad y de autogobierno que una sociedad puede aventurarse a permitir a sus miembros en lo individual. ’’

Y es por esto que más adelante John Quincy Adams expresa en los años de 1821 lo siguiente:

«Por donde sea que el estándar de la libertad y la independencia se haya desplegado o se vaya desplegar, ahí ́ estará  su corazón  (de los Estados Unidos), sus bendiciones y plegarias. Pero no irán a ultramar a buscar de monstruos que destruir. Desearan la libertad y la independencia de todos, pero solo serán paladines y justificadores de sí mismos».

Se trata de una política de moderación, circunscrita en principio al destino manifiesto, que operó como estrategia para conseguir su propia expansión en América del Norte y que luego operó como doctrina Monroe, proclamada en la ocasión del surgimiento de la «santa alianza’’ que intento penetrar en el Hemisferio Occidental integrada por Prusia, Rusia y Austria, de sofocar la revolución de España en la década 1820 al 1829. En cuanto, Gran Bretaña, opuesto en principio, a la intervención en asuntos internos, se mostraba menos renuente a tolerar la santa alianza en el hemisferio occidental. Evidentemente que John Quincy Adams, comprendiendo la teoría británica, no confió  en los motivos de Inglaterra.

John Quincy Adams

John Quincy Adams comprendió́ la teoría británica, como hoy está comprendiendo el Presidente Donald Trump y ello se debía también en ese entonces, porque en el año de 1812, se había acabado la Ocupación Británica  en Washington y justamente se le pedía al presidente Monroe que excluyera de América todo colonialismo europeo y fue la proclama de la doctrina Monroe de 1823, que convirtió́ el océano que separa Europa de los Estados Unidos, en un foco protector, como hoy lo hace el presidente Donald Trump, usando esa regla fundamental de la política exterior norteamericana y no dejándose enredar de la facción europea  en el poder, que quiere eternizar pequeñas y grandes guerras con ejércitos interventores

Y es bueno que los europeos recuerden que la doctrina Monroe, audazmente, también advirtió  a las potencias europeas, que la nueva Nación norteamericana estaría dispuesta a ir a la Guerra para defender la inviolabilidad del Continente Americano.

James Monroe

Por eso el presidente Monroe declaró que renunciaba a toda intervención, en las controversias europeas de la manera siguiente:

«En las guerras de las potencias europeas, en cuestiones relacionadas con ellas mismas, nunca hemos tomado partido alguno, ni hacerlo concuerda con nuestra política’’.

Esa es la política exterior que con relación a la guerra en Ucrania, está desarrollando el Presidente Donald Trump y es la que tenemos que estar de acuerdo lo que vivimos en esta zona Geográfica y pudiéramos tener riegos regional ante una guerra termonuclear frente a Rusia, con odiosas intervenciones de los países europeos.

Restaurar la política de la ‘’santa alianza’’, es involucrar el continente americano en una guerra que no le pertenece, en un conflicto que no nos atañe.

Por eso, los Estados Unidos siempre deben establecer la misión especial trascendente de la diplomática cotidiana y obligar a servir como faro de libertad, para el resto de la humanidad a quienes gobiernan, en este caso al presidente Donald Trump y su equipo.

La política exterior de la democracia es moralmente superior, porque el pueblo es, en esencia, amante de la paz.

La política exterior debe reflejar las mismas normas Morales que la ética personal y el Estado no tiene derecho a arrogarse una moral especial.

Woodrow Wilson

Terminamos con una reflexión del 22 de enero de 1917, en aquel entonces el presidente Woodrow Wilson analizando las causas de la guerra que tildaba con un carácter maligno, provocada por los dirigentes alemanes europeos, en procura de equilibrio de poder. Wilson le llamó a las guerras, rivalidades organizadas e hizo esta premonición:

 La pregunta de la que depende toda futura paz y política del mundo es: ‘’esta guerra es una lucha por una paz justa y segura, o solo por un nuevo equilibrio del poder? … no debe haber un equilibrio del poder, sino una comunidad de poder; ni rivalidades organizadas, sino una paz común organizada’’.

Adelante, presidente Donald Trump en la búsqueda de la paz mundial.

El comediante Zelenski no es más que un títere de esas privadas organizaciones, para mantener el desequilibrio y la preeminencia de las pequeñas guerras en el mundo y mucho menos procura una paz justa y segura común para toda la humanidad.

Tras la crisis por pandemia, la humanidad ha sobrevivido y todos nos hemos prometido ser mejores personas, proteger la naturaleza, cambiar nuestra forma de interactuar volviendo a valorar la vida y al vecino – hermano, revaluando la familia y cuidando de nuestros hijos sin antivalores y sin política de género perturbante, en esencia cambiar nuestra manera de vivir  por tanto la Guerra no tiene espacio de discusión en la Casa Blanca, que no sea la obligación de la paz, con el fracaso de Chernóbil basta, para meditar y reflexionar, el alcance del desastre nuclear que pudiera ocurrir en el mundo.

La diferencia es de 4 minutos, en un enfrentamiento nuclear, según los expertos.

Cero tolerancias a la guerra.

Rompa con las alianzas comprometidas de la fracción Europea que le adversan.

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