
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Pienso que todos hemos vivido una experiencia muy difícil y dolorosa en esta Cuaresma pasada del 2025, pues la tragedia de aquel sitio nocturno definitivamente que marcó el corazón no solamente de los dominicanos, sino del mundo entero.
Víctor Martínez, como siempre, ve las cosas a la luz del evangelio, buscándole un sentido divino a todo lo que nos pasa, se ha quedado por días meditando, reflexionando y orando, por los familiares de todos los afectados, tratando de no cuestionar a Dios por lo sucedido, pues de lo que sí estoy seguro es de que Él no es responsable de nada de lo que nos pasa.
Si embargo, recuerdo que, toda mi vida, desde que conocí el verdadero sentido de la Cuaresma me la pasé predicándole a todo el mundo la importancia de recogernos en esta temporada, evitar los momentos festivos, no ingerir alcohol, intensificar la oración, retirarnos espiritualmente, evitar situaciones de pecado y no dejarnos tentar por las fuerzas del maligno, como le pasó a Jesús en el desierto, todo esto basado en las enseñanzas bíblicas.
Ahora con mas fe, al conocer otras religiones y ver cómo se pasan un mes entero en ayunas, cómo respetan todos los años esta temporada de recogimiento y purificación, sin alcohol, ni fiestas, ni comportamientos que no sean orar, ejercer la caridad, ofrecer sacrificios…, me he cuestionado acerca del mandato divino, de hacer un alto en la vida y, aunque Dios respeta nuestra libertad, obedecer sus mandatos.
Los dominicanos hemos vivido nuestro desierto espiritual, todos hemos sido afectados y nos hemos acercado más a Dios, quien siempre nos recibe con los brazos abiertos y se compadece de nosotros al sufrir por nuestras decisiones.
Estoy seguro de que, quienes estaban ahí se divertían sanamente, eran personas de gran corazón, valor humano, incluso algunos, muy íntegros, de gran crecimiento espiritual, pero les tocó ser parte activa del aprendizaje de vida que nos hemos llevado, pues tal como nos dice en San Juan 12: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto”.
“Precisamente entonces, en la prueba y en la soledad, mientras muere la semilla, es el momento en que brota la vida, para dar fruto maduro en su momento”, nos decía el Papa Francisco.
Fue esta una Semana Santa de verdadero recogimiento espiritual, en la que estuvimos acompañando a Jesús en Su pasión, muerte y crucifixión, dejándonos marcados, pero con la esperanza de la resurrección, Él nos dejó bien claro este mensaje: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente». (Juan 11:25-26).
Dios bendiga los corazones y hogares de todos los dominicanos y afectados.
Hasta la próxima.



