La gente observa investigación de tragedia en Jet Set

Buenos tardes…

El país, en vez de estar de duelo, está consternado, no solo por la tragedia de Jet Set, donde se dice que han muerto 321 personas —una cifra que muchos no creen, alegando que son más—, sino también por las maniobras de las autoridades para lograr que esta sanguinaria tragedia quede sin castigo.

Desde luego, el derrumbe de la discoteca Jet Set no sólo sepultó a cientos de dominicanos, sino que también ha enterrado la poca “popularidad” que le quedaba al presidente Luis Abinader.Los compromisos políticos con Antonio Espaillat, el dueño de la discoteca Jet Set y quien manejaba la encuestadora Gallup, han puesto la imagen del presidente Abinader en entredicho.

La discoteca Jet Set debió recibir mantenimiento desde hacía años, pero por la tacañería de su propietario, Antonio Espaillat, no se hizo, y las consecuencias han sido desastrosas.

El Ministerio Público ha anunciado que abrió una investigación penal para esclarecer las causas del colapso del techo de la discoteca Jet Set, pero hizo el anuncio varios días después, cuando las evidencias, según expertos en investigaciones, ya habían sido borradas. Y eso tiene un nombre: privilegio e impunidad.

Una semana después de esta tragedia, la más grande y sangrienta ocurrida en el país, el dueño de Jet Set, en vez de estar preso, se encuentra tranquilo en su residencia, sabiendo que sus amigos del Palacio Nacional no lo dejarán ir a la cárcel. ¡Qué vergüenza!

Reiteramos que no creemos ni en la investigación, y mucho menos en la pesquisa anunciada por la Procuraduría. Eso es una comedia.

La tragedia ocurrió el 8 de abril, y no hay detenidos. ¿Y por qué deberíamos creer? Los abusos policiales no cesan. Todos los días hay un escándalo relacionado con el abuso policial.

El uso de gas pimienta en los ojos de algunos ciudadanos se ha convertido en una diversión para los policías.

Lo que hicieron unos agentes de la DIGESETT en San Francisco de Macorís es parte de los abusos policiales en el gobierno de Luis Abinader.

Durante los 12 años de Balaguer hubo muchos muertos, abusos y maltratos policiales. Ahora hay más, a pesar de que supuestamente hay democracia.

Si es cierto que la coronel María Isabel Gil Morales, comandante de la Policía Nacional en Azua, dijo lo que dijo, de que no podía hacer apresamientos con los agentes que tiene, porque se venden, esa oficial no sirve. Es una vergüenza, y no solo debe ser destituida de su cargo, sino también puesta en retiro forzoso por blanda. Y esto, a pesar de que figuraba en un listado para ser ascendida a general.

¡Diantre! La nueva Policía de Abinader y el PRM son una vergüenza. No aciertan en nada y siguen envueltos en escándalos.

Por cierto, el millonario director de la Policía, Ramón Guzmán Peralta, no ha dicho ni una palabra sobre la actuación policial en Jet Set.

Aún se habla del despojo de dinero, prendas y tarjetas de crédito a las víctimas. En cualquier otro país, tras un hecho tan bochornoso como este, el jefe de la policía y todos sus secuaces hubieran sido destituidos y procesados.
Los equipos de ¡Cógelo, Picante! Andan por la región este y nordeste del país.
Por cierto, hay quejas de los apagones, por doquier. Están acabando con la paciencia de la gente.
En Miches, los apagones del cambio no dan tregua. Eliminaron el circuito de 24 horas y los cambiaron por apagones a cada rato.