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Audio: Fui vendedor buhonero en la Duarte

REFLEXIONES...

 AYUDAME A SALVAR UNA VIDA 

 

 

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

En mi país, Dominicana, la tierra del amor, es muy común ver personas que improvisan en las aceras, pequeñas tiendas para vender sus productos, (buhoneros), esto sucede casi en todos los países.

Un joven estudiante de psicología de apenas 21 años se le ocurrió abrir un colegio para ayudar a todos aquellos estudiantes que, por ser pequeños genios, inquietos, y diferentes, los colegios no los querían, porque no tenían la capacidad, la vocación, ni el carisma para trabajar con ellos. En ese primer año logró ingresar 187 estudiantes para los cursos de 1ro a 6to bachillerato, con un personal altamente capacitado en las diversas áreas, de 12 personas.

Abrir el Centro Especializado de Enseñanza, después El Buen Pastor, sin préstamo bancario, ni ayuda gubernamental, no fue fácil, por lo que, en su primer año, teniendo que pagar la regalía Navideña a sus empleados, se vio en serias complicaciones.

Decidió entonces irse el 24 de diciembre de 1974, a la Duarte, avenida comercial, a competir con los vendedores de esos predios y a las 8:00 de la mañana instaló una mesa con dulces navideños, juguetes y cuantas cosas los padres del colegio que, tenían tiendas podrían facilitarle a consignación, este joven gallardo, aventurero y osado, director de un colegio, se propuso conquistar a todo el que pasara por ahí, con la idea de que nadie podía irse sin un artículo en la mano.

Con su destreza, su verbo, su actitud y espíritu de lucha logró venderlo todo, aquello fue un espectáculo, los vendedores lo observaban, pasaban gente que le conocían y se sorprendían, “¿y ese no es Víctor Martínez, el del colegio en Naco?”, decían; al terminar a las 8:00 de la noche fue y repartió a todos sus empleados sus regalías y algo más, por la espera y solidaridad.

Ronco, sin poder hablar, cansado, con dolor en todo el cuerpo, regresó a la casa a compartir la cena de Navidad con su familia.

Esto se llama ser emprendedor, luchar por hacer realidad tus sueños, sin complejos, sin importar el qué dirán, sin tabúes, ni creencias limitadoras. Estar bien enfocado en lo que se quiere y seguro de hacia dónde vamos, confiado siempre en Dios, ha sido una de mis fortalezas.

El Centro de Enseñanza El Buen Pastor terminó siendo uno de los mejores colegios del país, que más estudiantes, muy buenos seres humanos, han sido transformados, 33 años de ardua labor que demostró a los educadores dominicanos que sí se puede, fui el primer educador que habló de educación inclusiva, criticado por muchos, quienes menospreciaban nuestra institución, llamándola el colegio de los botados, por entender que estaban los más malos.

Fui el director más joven y el colegio que por años ganó siempre los primeros lugares en los concursos que hacia la Iglesia Católica en Casa San Pablo, con todos los colegios católicos del país, ganando mis estudiantes sus becas universitarias, por haber presentado los mejores trabajos. Hoy invito a buscar a mis muchachos en la sociedad dominicana, para que vean los lugares que ocupan, las profesiones que tienen, las extraordinarias familias y los éxitos alcanzados, muchos fuera del país, y eso, que los colegios no los querían.

Exhorto a cualquier joven que me escuche a poner su mesa en la Duarte si es necesario, a trabajar incansablemente por alcanzar sus metas, a no permitir que nadie le arranque sus sueños, pero a darle participación primero a Dios en sus planes y le garantizo el éxito.

Gracias al apoyo recibido por nuestra hermana Yocasta Lirio este mensaje ha llegado a todos ustedes.

Hasta la próxima.

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