Chacabanas y gasolina barata… pero el pueblo no es tan bruto
¡Cógelo Picante! Dicen que EE. UU. está retirando visas a generales con mal olor y se aplican mordazas a quienes denuncian la podredumbre, pero el pueblo ya no come cuentos

¡Buenos días… !
Mientras los hospitales siguen cayéndose a pedazos, el gobierno quiere tirar 18 millones de pesos en chacabanas para un evento que solo sirve para lucir tela fina… y cinismo. ¡Qué elegancia la de Francia! Pero aquí lo que hay es un desfile de miseria.
Y que nadie venga con el cuento de que “la cosa no está tan mala”. Que se den una vueltecita por los barrios, por los campos, por los colmadones, donde el fiado ya no se fía. Lo único que abunda en los barrios es la droga. ¡Y de calidad! Como gritó un ciudadano feliz en Villa Agrícolas, sin saber que a su lado estaba un equipo de ¡Cógelo, Picante!, testigo del “éxito” del microtráfico nacional.
A propósito, hay quienes están lavando más que dinero, pues lavan hasta conciencias. ¿Por qué? Porque permiten, ¿por amor al arte?, la entrada masiva de haitianos por la frontera. Una invasión silenciosa, con complicidad local. Esos sí deberían ser declarados terroristas sociales, señor presidente.
Y hablando de mordazas… Lo que le pasó a Ángel Martínez es una advertencia de lo que puede ocurrir al que se mete con narcos o corruptos. Lo silencian. Le aplicaron la “ley mordaza” antes de aprobarla. Que se cuide, porque después de la mordaza, viene la guillotina. Y no es metáfora.
Pero no todo está perdido: desde Washington suena la “mandarria”. Estados Unidos parece decidido a actuar contra los enemigos de la libertad de expresión y de la limpieza institucional. Rumores serios indican que hay generales—activos y retirados—que ya se quedaron sin visa. Y en esa lista suenan nombres ligados al narco, a la corrupción y a dos fichitas: “El Chino” y “El Gringo”. Que nadie se haga el sorprendido.
¿Y del mayor general Guzmán Peralta? Nos llegan datos de construcciones en la zona del Higüero —supuestamente, cabañas— y un posible proyecto de estación de combustibles en Sabana Grande de Boyá. ¡Cógelo, Picante! no da crédito sin pruebas, pero si el presidente Abinader estuviera verdaderamente comprometido con la transparencia, ya habría ordenado una investigación. Pero no. Mucha espuma, poco chocolate.
Y ya que hablamos de gasolina, señor presidente, investigue los “especiales” en las estaciones internas de la Policía. Se rumora que hay galones de gasolina a 200 pesos y gasoil a 180. Un oficial de Asuntos Internos nos confirmó el dato. ¿Y entonces? No queremos creer que eso sea verdad. Únicamente exigimos que se investigue.
La vieja Policía era mala, pero esta nueva… ¡da miedo! Reforma tras reforma, pero lo que tenemos es más desorden, más privilegios y más descaro.
En la DIGESETT, su director actual intenta imitar a Frener Bello Arias, uno de los pocos que dejó huella. Pero del dicho al hecho… dicen que hay mucho trecho. El caos no se resuelve con fotos y reuniones. Se resuelve con liderazgo, ley y carácter. ¡Y cero macuteo!
Presidente, si de verdad quiere hacer algo bien, llame a Frener Bello y desígnelo en el INTRANT, a ver si por lo menos un semáforo comienza a funcionar como Dios manda. Y la DIGESETT, se ajusta como manda la ley.
Y ahora, el verdadero precio del voto. La gente ya no se chupa el dedo. Los mal comidos piensan. Ven. Comparan. El voto que antes costaba mil, para el 28, costará cinco mil. ¿Por qué? Porque el pasaje subió. El arroz subió. La carne, ni se diga. Y encima de todo, ahora viene el 2 % a las tarjetas. ¡Hasta para pagar fiado hay que pagar impuesto!
Y a la oposición, que despierte. Esto no es para chercha. Mientras el pueblo se traga un cable, ustedes se peinan frente al espejo. Y si siguen así, Carlos Peña y Ricardo Nieves se van a colar como los independientes que nadie vio venir… pero que vienen.
Resumen para quien llegó tarde. Hay generales sin visa, gasolina subsidiada para los de arriba, chacabanas de lujo, hospitales en ruinas, una ley mordaza disfrazada y un pueblo que ya no se cree los cuentos de hadas.