¿La intervención de tropas en Haití: solución o problema?
Mientras el ruido se intensifica en Haití, como consecuencia de las acciones de grupos organizados (¿bandas delincuenciales?), surge la pregunta: ¿la fuerza de ocupación es prisionera de los isleños?
El creciente desplazamiento de personas que huyen por temor a las bandas, así como las más de 1,600 muertes registradas entre enero y marzo, revelan con crudeza el poder real que ejercen las pandillas en Haití.
Desde su llegada a Puerto Príncipe, ¿qué logros concretos pueden presentar los kenianos como aval de su intervención?
Si, tal como suelen reportar las agencias informativas, las bandas mantienen un cerco sobre la capital y, al mismo tiempo, avanzan en diversas direcciones hacia el interior del país, es urgente preguntarse si los invasores son parte de la solución a la crisis o un ingrediente que la profundiza.
En la parte hispanoparlante de la isla, cada amanecer se vive en un estado de creciente zozobra política, con un aumento sostenido en el gasto en defensa y advertencias sobre los riesgos que enfrentará la República Dominicana si el desborde de pandilleros llega a amenazar su seguridad nacional.
Precisamente por ello, además del rol del DNI, se ha creado una figura de «Zar antiterrorista», destinada a observar donde otros no suelen mirar. Casos como el de los colombianos implicados en el magnicidio de Jovenel Moïse dejan en evidencia fallos graves en la seguridad. ¿Realmente estamos seguros?



