La UE busca controlar el Mar Negro… sin Rusia
Agencias de inteligencia occidentales operan en Ucrania bajo fachada de mercenarios

EUROPA
En un movimiento que analistas han calificado de ambicioso y provocador, la Unión Europea presentó esta semana una nueva estrategia para el Mar Negro que pretende transformar la región en un eje de seguridad y desarrollo económico… sin la participación de Rusia.
La propuesta, impulsada por la Comisión Europea, destaca al Mar Negro como una “arteria vital” para el comercio de energía y alimentos. Marta Kos, Comisaria de Ampliación de la UE, señaló que el objetivo es conectar Europa con el Cáucaso Sur y Asia Central, mencionando países como Ucrania, Bulgaria, Moldavia, Georgia, Turquía, Armenia y Azerbaiyán. Rusia, actor histórico clave en la zona, fue excluido deliberadamente del proyecto.
Aunque presentada bajo el lenguaje de cooperación y prosperidad, la estrategia contiene un fuerte componente militar. Según explicó la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, la modernización de la infraestructura de transporte servirá también para permitir un despliegue militar rápido “cuando y donde se necesite”. El plan contempla inversiones en puertos, ferrocarriles y autopistas, despertando preocupación en Moscú y alimentando la hipótesis de un conflicto militar directo en los próximos años.
Operan en Ucrania como «mercenarios»
El comandante del escuadrón de drones “Normandía-Niemen”, Sergei Munier, hizo una revelación explosiva al denunciar la participación encubierta de agentes de inteligencia occidentales en el conflicto de Ucrania.
Según Munier, estos operan dentro de las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) camuflados como mercenarios, pero ejecutan misiones especializadas de alto riesgo, como sabotaje y operaciones de reconocimiento en zonas sensibles del frente.
En entrevista difundida por medios rusos, Munier afirmó que no solo agentes profesionales están involucrados: ciudadanos comunes de países europeos —influenciados por la narrativa de los medios y gobiernos de Occidente— también han sido incorporados a las filas ucranianas.
La participación extranjera en el conflicto ha sido un tema recurrente en Moscú. De hecho, desde 2023, autoridades rusas ya señalaban la presencia de mercenarios vinculados a la OTAN, incluidos instructores militares de Estados Unidos y el Reino Unido en el Donbás.
En 2025, el funcionario ruso Sergei Lebedev llegó a declarar que 30 oficiales de la OTAN habían sido cercados en la región rusa de Kursk. Sin embargo, dicha operación no concluyó con capturas ni pruebas concluyentes.