La violencia y los hechos delictivos se tragan al país
¡Cógelo, Picante! La sangre corre descontrolada y los puntos de drogas parecen tener licencia para operar

¡Buenos días…!
La situación del país, especialmente en términos de seguridad, se ha vuelto cada vez más tenebrosa, alarmante y preocupante.
Y lo peor es que no parece que alguien tenga la intención de ponerle freno. Los últimos hechos de violencia, ocurridos desde el pasado jueves hasta hoy, son una clara muestra de que estamos perdiendo el control. Y el presidente Luis Abinader… ¡Bien, gracias! Como siempre, mudo, sin respuestas.![]()
Violencia desde la Policía hacia la ciudadanía y falta de respeto de la ciudadanía hacia los policías. Pero, claro, el respeto se gana. La corrupción y los escándalos, principalmente ligados a la Policía, han creado este irrespeto mutuo. Los abusos y los maltratos de las fuerzas del orden solo han agrandado esa grieta.![]()
¿Cómo vamos a respetar una institución, cuyo director general y sus altos mandos son señalados como responsables de hechos bochornosos, dolosos y penales? Y lo peor de todo es que, en pleno siglo XXI, la nueva Policía Nacional sigue hundida en la vergüenza, mientras el presidente Abinader mantiene a estos mismos responsables en sus puestos. Son los principales culpables de la inseguridad que se vive a diario en las calles y que nos mantiene a todos con el miedo al cuello.![]()
El país se ahoga en sangre y violencia. Los hechos siguensumándose: un tiroteo en Enriquillo, Barahona; otro en Mata Palacio, Hato Mayor; uno más en Loma de Cabrera, Dajabón; una mujer asesinada y su hijo herido en Los Mameyes, Santo Domingo Este; un empresario banilejo asesinado en un asalto; un joven recién salido de la cárcel de Najayo, ejecutado; un supuesto delincuente abatido en Villa Hermosa, La Romana, y otro más en el sector La Finca, en el kilómetro 13 de la Autopista Duarte. Y estos son, solo algunos casos. Así, dicen que la criminalidad ha bajado en República Dominicana. ¿De verdad? Los ciudadanos ya no se tragan esos cuentos.![]()
Los asaltos y despojos son pan de cada día. Los puntos de drogas operan sin disimulo, cerca de cuarteles policiales, de iglesias y hasta de escuelas. La venta de estupefacientes en los barrios parece una actividad legalizada, como si el país estuviera bajo el control de Alí Babá y sus 40 ladrones. Si no me creen, caminen por el sector El Coral, en Santo Domingo Este, cerca de donde reside el director de la Policía, o por cualquier barrio del país. Investíguenlo. Pregunten a los comunitarios. Y si todavía tienen dudas, pregúntenle a la gente qué piensa de la Policía. Ya nadie cree en ella.![]()
Parece que estamos a punto de convertirnos en un Haití cualquiera. ¿Y qué pasa con los operativos de Migración? Nada. Las calles siguen llenas de haitianos ilegales trabajando en todos los rincones del país: conchando, moto-taxiando, vendiendo en las esquinas y hasta limpiando vidrios de vehículos. Y mientras eso pasa, las autoridades siguen mirando para otro lado.![]()
Por otro lado, las calles de la ciudad son un caos total, y las 143 medidas anunciadas por el ministro José Ignacio Paliza para mitigar la congestión vehicular, en Santo Domingo, se evaporaron en el aire, igualito que la famosa fórmula de Ito Bisonó para bajar los precios de los combustibles. Pero claro, esas promesas eran solo para llenar el vacío de las elecciones y tratar de opacar las quejas de los ciudadanos. Al final, nos usaron como pavos en Nochebuena.![]()
¿De verdad tiene el director de la Policía Nacional, Ramón A. Guzmán Peralta, calidad moral para hablar de transparencia y reforma en esa institución, o de avance en la seguridad ciudadana? Que responda con datos. Pero sabemos la respuesta: el que no se ha caído, está a punto de caer. Si continúa hablando mentiras, lo vamos a desnudar.



