AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Todos estamos convencidos y seguros de que las fuerzas del mal existen, hablar del demonio y sus travesuras para tronchar los planes de Dios, no son cuentos de hadas.
Los demonios no son fuerzas o conceptos que existen meramente en nuestras mentes. Los demonios existen; su realidad no depende de la existencia y la habilidad de los seres humanos para concebirlos.
Ellos poseen inteligencia, podían reconocer quién era el Señor mientras estuvo en la tierra (Marcos 1:24) diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.
Conocían de su condenación final. (Mateo 8:29). También conocen el plan de salvación, aunque no lo pueden aceptar (Santiago 2:19). Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
Poseen Emociones y voluntad. Pueden manifestar emoción, especialmente cuando son confrontados con el juicio (Lucas 8:28; Santiago 2:19). Ellos pueden dar expresión a sus voluntades (Lucas 8:32).
Poseen Personalidad. Se describen con pronombres personales (Lucas 8: 27–30).
Son seres espirituales. En contraste con los seres de carne y hueso, los demonios son seres espirituales (Efesios 6:12). Sin embargo, como criaturas, son limitados y no son infinitos como lo es Dios.
Ellos son generalmente invisibles a los seres humanos, aunque en ocasiones su presencia se hizo evidente por varios medios (Hechos 19:15; Apocalipsis 9:1–12; 16:13).
Los demonios demuestran gran inteligencia como se esperaría de un orden tan elevado de seres. Estaban conscientes de su propia condenación final (Mateo 8:29).
Son inmorales en su ser. Varios términos Indican claramente la naturaleza inmoral de los demonios. Los demonios se designan “espíritus inmundos” (Mateo 10:1). Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. “Espíritus malos” (Lucas 7:21). En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista.
“Huestes espirituales de maldad” (Efesios 6:12). Son inmorales en sus objetivos. “Inmoralidad es todo lo que es incompatible con el bien, pero el bien se tiene que definir fundamentalmente en relación con la voluntad de Dios”
Por lo tanto: Las actividades inmorales de los demonios pueden incluir cualquier cosa que se opone a la voluntad de Dios.
Los objetivos inmorales de los demonios tienen que incluir tanto la promoción de la inmoralidad mala como de la inmoralidad buena (la que lleva a la persona a confiar en las buenas obras en vez de en el Salvador Jesucristo). Esto está completamente de acuerdo con los planes de Satanás y su deseo de falsificar lo correcto.
Los demonios no son infinitos; son limitados y son criaturas, aunque sobrehumanas. Evidentemente no están presentes en todos los lugares; pero no están tan restringidos como los humanos por las barreras normales del espacio.
En Lucas 8:30 El mismo hecho de que los demonios pueden entrar en cuerpos humanos y de animales demuestra que ellos son capaces de penetrar barreras que restringirían a los seres humanos.
Sin embargo, la inmensa cantidad de demonios puede hacer que parezca que están presentes en todos los lugares, aunque eso no es cierto. Aun así, Satanás valiéndose de ellos puede utilizar su multiplicidad en su intento de promover sus planes en todas partes.
Te pregunto entonces, ¿dónde no están los demonios, ¿cuáles son los lugares en los que nos podemos sentir tranquilos sin la influencia de ellos?
Donde está Dios, en tu hogar cuando el Padre es el centro de la familia, en tu relación de pareja cuando viven en paz y existe un verdadero amor, sin infidelidades, en los lugares donde no reina el pecado, no existen esas energías negativas que tu sientes y percibes, ¿Dónde no está el demonio? En ti, cuando tu actúas conforme a lo que Dios manda, y no le das entrada a lo mal hecho en tu vida.
Cuando tenemos pensamientos impuros, expresamos palabras obscenas, actuamos con morbosidad, robamos, matamos, calumniamos, juzgamos, traicionamos, hacemos daño a los demás, estamos bailando con el demonio, dándole entrada en nuestra vida.
Víctor Martinez te sugiere orar mucho, actuar conforme a lo que Dios manda, no abrigar odios, ni rencores, ni falta de perdón en el corazón, y repetir una y otra vez: “no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal. Amén.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestra hermana Patricia Santana.
Hasta la próxima.
