Haití, la misión keniana, las bandas y los mercenarios
Por Augusto Álvarez
Se ha iniciado la cacería en Haití. Pero la pregunta clave es: ¿quién dio el primer golpe? ¿Los pandilleros, los mercenarios contratados en Estados Unidos o las fuerzas kenianas recién llegadas?
Lo cierto es que se percibe una relativa disminución de actores visibles en el caos haitiano. Sin embargo, mientras el ejército extranjero opera bajo protocolos diplomáticos, los cazadores —mercenarios camuflados con contratos oficiales— no respetan límites. Actúan por encargo, sin frenos ni contemplaciones.
¿Y qué pasa con los jefes de bandas como Barbecue? ¿Evadió el cerco? ¿Está fuera de Haití? ¿O incluso logró atravesar la férrea línea de militares dominicanos en la frontera?
Las muertes siguen su marcha lenta pero constante en Puerto Príncipe, pese a los millones de dólares anunciados por organismos internacionales bajo tutela de Washington. ¿Y los resultados? Brillan por su ausencia.
La gran interrogante sigue intacta: ¿hay logros reales desde la llegada de la Policía de Kenia y los mercenarios a Haití?
Todo apunta a que existe una fuerza invisible —una red poderosa y bien posicionada— que impide actuar contra los verdaderos cabecillas. ¿Quiénes son? ¿Dónde están?
Mientras tanto, la crisis haitiana parece girar sobre sí misma…
Y al otro lado de la frontera, ¿será esta tragedia un negocio redondo para más de uno?
