Marino Elsevyf cuestiona el tratamiento judicial del caso Jet Set
Jurista advierte: "Antonio Espaillat es el gran perdedor moral de esta tragedia"

SANTO DOMINGO, R.D.
El reconocido jurista dominicano Marino Elsevyf Pineda se pronunció con firmeza sobre la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set, que dejó más de 236 muertos, 170 niños huérfanos y 189 heridos con lesiones permanentes.
En su análisis jurídico, calificó el caso como una catástrofe nacional e internacional, que ha golpeado a familias dominicanas, venezolanas y estadounidenses, y denunció que la justicia no ha estado a la altura de la gravedad del hecho.
“El país aún no termina de asimilar la magnitud de esta tragedia, y muchos dominicanos, con razón, dudan de la veracidad de las cifras oficiales”, expresó.
No obstante, Elsevyf señaló que el tribunal tiene la obligación de analizar el comportamiento del principal imputado, el empresario Antonio Espaillat, a la luz del artículo 229 del Código Procesal Penal, considerando además que este se presentó voluntariamente ante las autoridades.
Sin embargo, el jurista fue más allá del tecnicismo legal y planteó una crítica profunda al sistema:
“¿Qué está ocurriendo dentro de la hermenéutica jurídica dominicana? ¿Dónde quedan los principios de justicia material, cuando el código no lo dice todo, pero la conciencia lo exige?”
Recordó una enseñanza de su padre —juez de paz, de instrucción y de primera instancia— que, en su opinión, sigue vigente ante casos de esta naturaleza:
«Cuando hay un muerto, hay que esperar que la sangre se seque.»
“Y en este caso ya van 236”, subrayó.
Sobre la solicitud de prisión preventiva hecha por el Ministerio Público, Elsevyf la consideró jurídicamente válida, pero criticó la decisión de la jueza de no acogerla.
“En este país se dicta prisión preventiva por delitos menores. Entonces, ¿por qué no hacerlo en un caso de esta magnitud, aunque el código no lo diga literalmente? La justicia también es un acto ético, no sólo técnico.”
Finalmente, calificó la medida de coerción como tardía y manipulada, señalando que, lejos de favorecer a Espaillat, lo ha dejado en una posición deteriorada:
“Aunque muchos lo vean como un triunfador judicial, el gran perdedor moral de todo esto es, sin duda, Antonio Espaillat.”