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Audio: La ayuda a tus padres

REFLEXIONES...

 

 AYUDAME A SALVAR UNA VIDA 

 

 

Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?

Según la Biblia, la ayuda a los padres no se considera diezmo. Los versículos citados sugieren que, en ciertos contextos, las obligaciones financieras hacia los padres podrían ser eludidas mediante la declaración de que los recursos se han dedicado a Dios (como ofrendas), aunque esto no implica que la ayuda a los padres sea en sí misma un diezmo.

El diezmo se refiere tradicionalmente a una donación del 10% de los ingresos a la iglesia, para ser destinados a la proliferación de la Palabra de Dios. Estos pasajes parecen más bien referirse a la prioridad de las obligaciones religiosas o al manejo de recursos, y no definen la ayuda familiar como diezmo.

De todas maneras, si mis padres están en gran necesidad, puedo dar parte de mi diezmo para ayudarlos. En Mateo 15, Jesús condena la práctica de los fariseos de consagrar sus bienes a Dios mientras sus padres pasaban necesidad. Si el diezmo es el único recurso disponible para ayudar a tus padres, compártelo con ellos, pero nunca olvides que, tu Padre del cielo es quien te lo da todo.

Todo hijo debe ayudar a sus padres, si lo necesitan, pues nunca debes descuidar las necesidades de tus propios hijos por tus padres, hoy día son muchos los padres que, por el contrario, ayudan a sus hijos casados directa o indirectamente, incluso hay familias con numerosos hijos y no debe caer la responsabilidad sobre uno solo de ellos, es un deber que todos contribuyan con los padres, si lo necesitan.

De la misma manera hay padres que tienen hijos preferenciales y no distribuyen sus ayudas de manera equitativa entre todos, siendo más dadivosos con un determinado hijo o rechazando a uno de ellos, es este un grave accionar que no es de satisfacción para Dios.

Víctor Martinez piensa que los padres debemos organizar la vida para no tener que depender de los hijos, ni estar esperando que ellos tengan que asumir la responsabilidad de nosotros, frente a situaciones difíciles dejemos a conciencia de los hijos el que quieran ayudarnos o no. Y todo esto, a pesar de que muchas veces hay padres que se quedan sin nada, por dárselo todo a sus hijos.

Eclesiástico 3 y 30 puede orientarnos bien acerca del deber de los hijos para con los padres y de cómo debemos criar a nuestros hijos. ¡Ah! Y deja de estar justificando con la ayuda a tus padres, la actitud de no ayudar con las cosas de Dios.

Gracias al hermano Juan Moquete, por hacer posible que este mensaje llegue hasta todos nosotros.

Hasta la próxima.

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