Hospitales colapsan y el Código Penal que se aproxima atemoriza a policías
¡Cógelo, Picante! Peligra la indemnización de los agentes y el caos se adueña de Villa Mella y su entorno tras cierre del Metro

Buenos días…
El sistema de salud pública en República Dominicana se está cayendo a pedazos. Es un desastre, una vergüenza nacional. El Hospital Dr. Moscoso Puello, por ejemplo, debería ser declarado zona de desastre. Nos cuentan que en los baños hay derrame de materia fecal.![]()
¡Así mismo! ¿Y entonces, Raquel Peña, vicepresidenta y cabeza del Gabinete de Salud? ¿En qué país usted vive?
Mientras tanto, el nuevo Código Penal, ese que está calentando los pasillos del Congreso, es una mezcla de luces y sombras. Fue aprobado en primera lectura por el Senado, pero el artículo 167 y siguientes son dinamita pura. Si eso se aprueba como está, la delincuencia va a celebrar en las calles.
Ese artículo amarra a los policías de pies y manos. Según el texto, nadie podrá ser requisado sin una orden judicial… ¡ni aunque estén secuestrando a alguien en un carro frente a ti! Así nos jodimos.
¿Ahora que la criminalidad nos tiene con los nervios de punta, quieren soltarles las manos a los delincuentes? Si esto pasa, los policías no van a actuar. Se harán los locos, porque no va a caer presa por hacer su trabajo.
Pero ojo, que no todo es negativo. El artículo 292 y los que le siguen traen avances importantes. Les pone un alto a los policías que abusan, que creen que son “ley, batuta y constitución”. Aquellos que se molestan porque un ciudadano los graba, que golpean, arrestan sin motivo y violan derechos. Ahora, esos abusos van a tener consecuencias. Ahí sí avanzamos.
En resumen, esos artículos están diseñados para meter en cintura a los verdugos con uniforme que se creen dueños del país.
Ahora bien, lo más delicado está cocinándose en silencio. Nos cuentan, ¡quieren quitarle a los policías su indemnización y los incentivos! Sí, los beneficios que reciben al momento de su retiro, establecidos en el artículo 124, de la Ley 590-16. Están intentando modificarlo, y eso sería un golpe bajo para todos los agentes.
En lugar de quitarle lo que han ganado, lo que el gobierno debería hacer es ajustar los sueldos de todos los rangos y eliminar el relajo de los “incentivos selectivos” que alimentan la corrupción. Porque hay subalternos que se retiran con más de 100 mil pesos de incentivos, mientras oficiales superiores se van con 25 mil o menos. Eso no es incentivo, ¡eso es abuso!
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Y si esos incentivos se pierden, es por el relajo que hay dentro de la propia Policía, donde se han denunciado ventas de cargos y funciones en violación al reglamento 20-22, que aplica la Ley 590-16. La actual jefatura parece más una plaza comercial que una institución del orden. Si el presidente Abinader ordena hacer una investigación seria, responsable y con sabiduría, lo comprobará.
Presidente Abinader, si usted no limpia la Policía, si no saca a los comerciantes disfrazados de oficiales, esto va a estallar. Y lo que veremos aquí será peor que México, Honduras o cualquier otro país, donde el crimen manda y la corrupción se impone.
Y como si fuera poco, el Metro de Santo Domingo cerró por “mantenimiento” y el caos, en ruta Villa Mella-Distrito Nacional, y viceversa, es brutal. Un infierno. Protestas, tapones, quejas a granel. La DIGESETT quedó en ridículo. Y aunque la OMSA reforzó, no fue suficiente. En medio del caos, muchos ciudadanos no se callaron. Hubo quienes gritaban cositas feas y desagradables contra la figura del presidente Abinader… Otros, que vuelva Leonel Fernández.
En fin, entre hospitales podridos, policías temerosos por lo que se avecina, incentivos en peligro y caos en el tránsito, este país parece un tren sin frenos. Y si no se corrige el rumbo, el descarrilamiento será histórico.
Que Dios nos agarre confesados.



