PolicÃa Nacional: ¿reforma o relajo?
¡Cógelo, Picante! Una institución digna, hundida por manos sucias y decisiones necias

Buenos dÃas…
A los que no soportan nuestras crÃticas les decimos claro: no somos enemigos de la PolicÃa Nacional. Esa es una vulgar mentira.
Somos enemigos de la corrupción dentro de la PolicÃa. De los oficiales que están hundiendo, enlodando y sepultando una institución que deberÃa ser ejemplo, pero que hoy está dirigida por ineptos y contaminada hasta el cuello.
Hoy en dÃa, los policÃas están tristes. Se sienten traicionados. Defraudados por sus altos mandos. Han perdido la fe y la confianza que alguna vez depositaron, hasta en el presidente Luis Abinader.
Muchos creyeron en sus promesas: que limpiarÃa el desastre dejado por las dos últimas jefaturas policiales del gobierno de Danilo Medina, verdaderos antros de desorden. Y cuando se anunció con bombos y platillos la «gran reforma policial», hasta los rostros de los agentes se iluminaron de esperanza.
Pero, esa ilusión se fue por el caño cuando el presidente cometió un error garrafal: nombrar como director de la PolicÃa al general Ramón Antonio Guzmán Peralta, exdirector de DIGESETT.
¿Y qué dejó en DIGESETT? Nada. Solo caos vial, más muertos por accidentes y un escandaloso desfalco de más de 421 millones de pesos, confirmado por auditorÃa. Y nosotros la tenemos.
Desde entonces, la reforma se volvió un relajo. Se multiplicaron los escándalos, las ejecuciones extrajudiciales y la inseguridad. Y el principal responsable es Luis Abinader, por acción, omisión o complicidad.
Abinader tiene en su escritorio auditorÃas explosivas. Una en POLITUR. Nada hizo.
Otra en el Hospital Docente de la PolicÃa. Tampoco hizo nada. Los protagonistas de esas irregularidades andan libres, felices… y hasta promovidos.
Ejemplo: el general Andrés Modesto Cruz Cruz, hoy Inspector General de la PolicÃa. Ya habÃa sido señalado en otra auditorÃa —durante el gobierno de Danilo Medina— por manejos turbios cuando era coronel y subdirector administrativo de ese mismo hospital. Y ahora, lo quieren empujar como jefe policial… con el apoyo del hermano del presidente, José Abinader.
¿Quieren más? En el Instituto Policial de Educación (IPE) se hizo otra auditorÃa. Más irregularidades. ¿Resultado? Silencio. ¿Y quién anda promoviendo a uno de los responsables de ese desorden? Andrés Bautista, el ministro administrativo de la Presidencia.
Y por si fuera poco. El subdirector general de la PolicÃa, el director regional en Barahona, y otros más —con historial oscuro, con padrinos polÃticos y mencionados en escándalos sospechosos — están en plena campaña para ser nombrados jefe de la PolicÃa. ¡Una vergüenza nacional!
Entre ellos, hay uno, incluso,  que se vio involucrado en la venta ilegal de un arma. Y hoy, donde comanda, hay un escándalo de policÃas por un lÃo de una droga. Otro con expediente de violencia de género y dirigiendo uno de los más complejo organismo policial.
Y el presidente Luis Abinader lo sabe. Tiene los documentos. Nosotros también los tenemos. Y si algún dÃa él los quiere, se los entregamos.
Este gobierno, en materia de seguridad, no va pa’ parte mientras siga improvisando con hombres sin liderazgo, sin transparencia y con muchas «colas que le pisen».
Por eso es que Donald Trump tiene los ojos puestos en República Dominicana. Porque la podredumbre de la corrupción y el narcotráfico ya huele hasta fuera del Caribe.
La PolicÃa necesita un gerente de verdad, con experiencia, y sobre todo, sin cola. Buen fin de semana. Nosotros estaremos en Santiago y Puerto Plata. Tendrán informaciones de esas zonas.