¡Se asoma otro escándalo en la Policía! Tres generales habrían pagado millones por la jefatura

La publicidad es una herramienta estratégica que puede impulsar, tanto el lanzamiento de productos innovadores como encubrir las deficiencias de artículos de baja calidad. Su poder radica en moldear percepciones, crear necesidades y, en muchos casos, vender ilusiones.

Buenos días…

En República Dominicana ya nadie se chupa el dedo. Aquí la gente está harta de cuentos chinos, espejitos y bocinas. Ni en el PRM ni en el Palacio pueden seguir creyendo que la mentira es una estrategia de gobierno. Ya no hay indios. El país despertó.

Y es que el gobierno del presidente Luis Abinader y su partido, el PRM, han resultado ser un gran fiasco. Las promesas de cambio se quedaron en jingles, y hoy, la frustración nacional es peor que nunca.

¿Dicen que el PLD quebró el SeNaSa? Mentira. ¿Que ellos vinieron a arreglar todo? Otra mentira. ¿Que la reforma policial avanza? Mentira sobre mentira. El caso más reciente —una balacera entre uniformados frente al Comando Regional de Santo Domingo Oriental, en Invivienda— debería ser un escándalo de Estado. Pero aquí no pasa nada.

El desorden dentro de la Policía ya es una amenaza nacional. ¿De qué sirvió cambiar los uniformes si la corrupción, el abuso de poder y el descontrol siguen igual —o peor—? ¿De qué han servido las cámaras corporales si los «enfrentamientos» siguen siendo ejecuciones extrajudiciales disfrazadas?

¿Y qué hace el Ministerio Público? ¿Y qué hace el presidente? Nada. Solo discursos. Mientras tanto, la violencia en las calles se multiplica, la inseguridad se dispara, y la policía dispara entre ellos mismos.

¿Generales pagando por la jefatura? La bomba está a punto de explotar: tres oficiales generales supuestamente habrían entregado más de 100 millones de pesos, cada uno, para asegurarse la jefatura de la Policía. Un negocio redondo, pues se dice que, si no llegan, el dinero se les devuelve. Esta denuncia es difícil de probar. Pero, no permita que continúen enlodando su gobierno.

Presidente Abinader, ¿usted tiene esa información? Si no lo sabe, el DNI debería decírselo. Y si lo sabe y lo deja pasar, entonces estamos peor de lo que pensábamos. Y nosotros, a pesar de todo, esperamos su reacción.

Revise los nombres. Analice los historiales. No nombre a ningún general con «cola», mucho menos a los que arrastran acusaciones de corrupción, narcotráfico o violencia de género. No permita que le vendan un general de expediente sucio como si fuera un redentor.

¿Faride, y la investigación para cuándo? La ministra de Interior y Policía, la “faraona” Faride Raful, que tanto ha hablado de transparencia, debería exigir una investigación urgente sobre el tiroteo entre policías en Invivienda. Según versiones, todo se originó por abusos cometidos en contra del mayor baleado en un negocio de su propiedad, donde algunos de los agentes, protagonistas de la balacera, lanzaron dos bombas lacrimógenas. Incluso, en medio del incidente, hubo un agente que gritó «debieron darle un tiro en la cabeza». ¿Eso es una institución reformada?

La reforma policial… más sucia que el matadero de El Seibo. Sí, lo decimos sin miedo. La tan cacareada reforma policial está más podrida que el matadero de El Seibo, que es un criadero de bacterias y un riesgo de salud pública. Así de simbólico es el fracaso.

¡Cógelo, Picante! No somos bocina de nadie. Ni de la oposición ni del gobierno. Solo decimos la verdad. Este gobierno no pega una en seguridad, pisotea la Constitución, ignora la ley, y ahora, encima, nos informaron de que algunos generales andan tras la jefatura de la Policía como si fuera una licitación. ¡Ave María Purísima! Y quienes estarían comprando la institución tienen un negro historia, que podría hasta contagiar a los más débiles.

Presidente Abinader, no permita que le metan gato por liebre. Todavía tiene tiempo. Empiece a limpiar la Policía, y otras instituciones, desde arriba para abajo. Porque cuando los de arriba andan sueltos, los de abajo disparan sin control.