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¡Waooo! Encuentran muerta, dentro de un saco, a joven estaba desaparecida

¡Cógelo, Picante! Guzmán Peralta vive en Narnia, mientras Santiago y el país arden en criminalidad, corrupción y caos institucional

 

 

 Buenos días…

El director de la Policía Nacional, Ramón Antonio Guzmán Peralta, se ha convertido en un chiste de mal gusto. Un burócrata con placa que vive en una nube de mentiras.  Es una vergüenza con charreteras. Una especie de payaso con uniforme. Cada vez que abre la boca, miente sin pudor. ¿Cómo se atreve a decir que Santiago está “en su mejor momento” en materia de seguridad? ¿En qué mundo vive ese señor?

Si Santiago es ese paraíso que pinta Guzmán Peralta, entonces los comunitarios que a diario denuncian robos, atracos y puntos de drogas deben estar delirando… ¿O será que los puntos de venta de drogas que operan descaradamente en cada esquina ahora son negocios legales?Refiriéndose a Guzmán Peralta, y sus falsedades, una dama en redes sociales escribió: “Como dijo nuestro Señor Jesús: ‘Padre, perdónalo, porque no sabe lo que dice’”. Otra calificó las palabras del director policial como “un chiste de mal gusto”. Y otro usuario fue más claro: “Ese gobierno del PRM vive en un mundo paralelo, mientras nosotros nos jodemos en el real”.El país no da abasto para contar sus muertos. En Santo Domingo Norte, fue hallado dentro de un saco el cuerpo de la joven Ana Mercedes Polanco González, de apenas 21 años. Había sido reportada como desaparecida. Su ex pareja, preso por violencia, es el principal sospechoso de haber mandado a asesinarla desde la cárcel. La madre de la víctima también señala a la ex suegra de su hija como cómplice en el secuestro y asesinato.¿Y la Policía? Bien, gracias. Otro feminicidio más para engrosar la estadística, otra tragedia sin justicia real. Silencio total.

Un experto en seguridad internacional lo resumió claro: “República Dominicana va camino a convertirse en otra Honduras, otro México, otro infierno de crimen y desgobierno.”

La cosa es seria. Señores, esto huele a podrido. Hay denuncias de que el galón de gasolina se vende a RD$200.00 en estaciones policiales, y el de gasoil a RD$180.00. ¡En plena dotación policial! Como si fuera un colmado clandestino. “¡Cógelo Picante!” hasta recibió copias de vouchers de depósitos bancarios con el dinero de esas ventas ilegales. ¿Y el presidente Abinader? Silencio sepulcral. Esta denuncia es grave y hay que investigarla.

Mientras tanto, oficiales generales, víctimas de retaliaciones internas, no reciben ni una gota del combustible que por ley les corresponde. ¿Quién se queda con esos galones? ¿Quién los factura? ¿Quién los cobra? Que lo investigue la Cámara de Cuentas, si es que todavía existe para algo más que cobrar sueldos.¿Reclutas atracados por sus superiores? ¡Atención, Faride Raful! Visite la Escuela de Entrenamiento Policial en Río San Juan. Reclutas denuncian que están siendo extorsionados por oficiales. Les quitan lo poco que tienen. ¿Eso es disciplina o delincuencia con uniforme?Y como si fuera poco, ahora la “reforma” policial permite a los subalternos saludar con besos a sus superiores. ¿Dónde estamos, en una academia o en una novela mexicana?

¡Atención, Dirección de Migración! Miches está cundido de haitianos ilegales, y lo más grave: policías están extorsionándolos cada vez que los ingenieros les pagan. Sí, tres agentes acompañan a los contratistas para “proteger” los pagos, pero lo que hacen es quitarles dinero a los trabajadores. ¿Eso es orden o atraco con placa?El presidente Donald Trump debe tomar el control de Haití, su frontera y sus mafias. Porque allí nadie pone orden. Y si tiene que capturar a empresarios y políticos que patrocinan bandas criminales haitianas, que lo haga, aunque vivan en República Dominicana bajo la sombra protectora del poder.

Para cerrar con broche podrido, seguimos esperando que los caciques del Movimiento Marcelino Vega, en el Colegio Dominicano de Periodistas, den la cara y expliquen si es cierto que andan negociando el edificio del gremio. Ese patrimonio no se vende ni se negocia. Es de los periodistas, no de un grupito.

El país se cae a pedazos y el gobierno vive en una burbuja. La impunidad tiene uniforme, oficina y fuero.

Y mientras tanto, el pueblo sigue contando cadáveres, pagando gasolina cara, y aguantando abusos.

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