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Escándalos de corrupción y abusos estremecen penal La Victoria

¡Cógelo, Picante! Reos denuncian que son extorsionados y hasta “atracados” por agentes… Y, de paso, hermano de Abinader empuja a un general para jefe de la PN.

 

Buenos días…

¡Cógelo, Picante!En La Victoria hay un lío, y no es de ropa… ¡es de dinero, abusos y corrupción! Y otras cosas entran sin ningún obstáculos.

Los presos están al grito, denunciando que son víctimas de extorsiones descaradas, y que los mismos agentes de seguridad —sí, los policías— los “atracan” como si fueran delincuentes de la calle.

¡Atención, procuradora Yeni Berenice Reynoso! Esto no puede seguir así… ¡hay que investigarlo ya! Y mucho ojo con su director de Prisiones , de él se denuncian maravillas, pero negativas y delicadas.

En La Victoria no llueven aguas, llueven quejas. Los internos aseguran que dos reos, Joan y Amaurys, mandan en la cárcel. Y son «extorsionadores», al igual que muchos policías. Son los más famosos y temibles controles. Los más cercanos «colaboradores» del jefe de seguridad de la prisión. Yeni Berenice… ¡ojo con eso!

Ellos (Joan y Amaurys), semanalmente, exigen una cuota a los otros presos, alegando que deben entregar 400 mil pesos al director de Prisiones.  Y deben pagarlo, a la mala o a la buena.

Y como si no bastara, denuncian que esos «caciques» cuentan con la “protección” del coronel Jesús Rosa Pichardo, que también, según dicen, cobra su “peaje” semanal. ¡Un negocio montado sobre la desgracia ajena! Esto debe ser investigado. Y no por la dirección de Prisiones, sino, por la Procuraduría. Si es independiente para ello.La cárcel más grande del país parece un mercado persa, con policías que dicen pagar para que los pongan de “control” en algunas puertas  los días de visita.

Además, internos que denuncian «fugas» vendidas como tickets VIP. Y, para colmo, un recluso —el tal Joan— habría comprado una Gran Cherokee, blanca, comprada al propio coronel Rosa Pichardo. La jeepeta está parqueada en la prisión como si fuera un dealer, y hasta la usa para salir de noche y volver de día. ¡Cógelo ahí! Eso dicen los propios reclusos y debe ser investigado. Tantos privilegios para un recluso, ¿a cambio de qué?

¿Y lo más raro? Rosa Pichardo lleva meses en el puesto y todavía figura como interino. ¿Eso no huele a podrido?Los internos insisten que el incendio del año pasado dejó más de 200 muertos, mientras las autoridades solo reconocieron 14. En una celda había ocho reclusos… y ninguno salió vivo. Y ahora muchos reclusos no aparecen ni por los centros espiritistas.Se quejan de que los VTP (Agentes de Vigilancia y Tratamiento Penitenciario), encabezados por un tal De Jesús, maltratan a las visitas: las dejan más de una hora bajo el sol o la lluvia en el “túnel”. Eso no es vigilancia, ¡eso es tortura! Yeni Berenice, ¿y cuál es el temor de que la Procuraduría investigue lo que pasa en el penal La Victoria? Que no es ninguna victoria, es un centro de torturas.

Esto es peligroso y delicado. ¡Atención, país! Un oficial de la PN confesó a ¡Cógelo, Picante! que muchos agentes actúan igual que delincuentes: matan, encubren y parecen que actúan como sicarios. Esto, en los famosos “intercambios” de tiros.

Y puso un ejemplo fresco. Luis Alberto Cuevas Valenzuela (alias Kiko), ejecutado el 21 de agosto en Santo Domingo Oeste, mientras gritaba que estaba desarmado y tenía sus brazos hacia arriba. Lo mataron dos veces: primero a tiros, y después, plantándole un arma encima. ¡Qué vergüenza!

Y si no fue así, que la Policía muestre el video. Mientras tanto, huele a vulgar asesinato. Se habla incluso de confusión con un prófugo buscado. Grave, gravísimo.

Desde que Abinader pidió a los delincuentes entregarse, advirtiendo que de lo contrario, serían enfrentados en su terreno, parece que a la PN recibió licencia para matar.

Y ojo: policías fijos en los grandes supermercados, pero los colmados y pequeños negocios… al libre albedrío de los delincuentes. Eso no cuadra.

Se rumora fuerte que hay una «sentencia» de muerte contra el exdirigente de derechos humanos Martín Ferreras Ferreras. Lo acusan de invasiones de terrenos e intento de homicidio, y hasta sus antiguos aliados hoy serían sus verdugos. Los patrocinadores de su cacería. 

Un general de la PN supuestamente dijo: “no lo quiero vivo”. Martín, entrégate, porque en esta película los policías ya no son guardianes… parecen sicarios con uniforme.

Y otro que sigue sonando para jefe de la PN…  Nos cuentan que el exdirector de la DIGESETT, Francisco Osoria de la Cruz, tiene el traje listo para juramentarse como nuevo jefe de la Policía. ¿Y cuántos son?

¿Quién lo apoya? Nada menos que José Abinader, hermano del presidente. Aunque el historial del oficial es más negro que el humo de un incendio, pero parece que eso no pesa. Presidente: ¡abra los ojos! No se deje meter gato por liebre, que por eso estamos como estamos. Vuelto trapo y recomendado para hilachas.

Mientras tanto, los apagones arrecian, las protestas suenan en las calles… y la popularidad de Abinader se hunde más rápido que una yola en alta mar.

¿Esto es seguridad o inseguridad? Disfrútelo:

 

Asalto en la avenida Charles de Gaulle, en Santo Domingo Este.

¡Bueeeno… y que viva el show!

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