¡Esto se jodió! Ni la ley, ni el orden… ni el respeto
Delincuencia sin freno, puntos de droga intocables, policías cómplices y el gobierno jugando con encuestas mientras el pueblo se desangra

Buenos días…
¡Esto parece un guión de película! A un periodista de ¡Cógelo, Picante! le roban el celular en un distrito municipal del municipio de Baní y en menos de 24 horas aparece… ¡en un punto de drogas, picoteado como chivo en Nochebuena!
Pero lo peor: hubo que pagar rescate para que lo devolvieran. Y cuando un alto oficial de la PN ofreció enviar una patrulla, preferimos que hablara la billetera antes que provocar presos o tiroteos entre vecinos. ¡Así estamos!
Feminicidios imparables. Julio y agosto han sido meses sangrientos. Al menos 10 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Y otras viven encerradas, presas del miedo.![]()
Una de esas mujeres nos dijo que ir a querellarse fue peor que vivir con el verdugo. ¡Le hicieron pasar la de Caín! Ni caso le hicieron. ¿Y entonces?![]()
Desde Santiago nos llaman para advertirnos: “¡No crean en los cuentos de la Policía!” En muchos barrios, los delincuentes mandan y los microtraficantes son ley, batuta y constitución… protegidos por algunos uniformados. ¡Ave María purísima!
En Santo Domingo Este hay más de 20 puntos de droga cerca de destacamentos… ¡y siguen intocables!
En Santiago hay puntos operando al lado de escuelas e iglesias.
Y para colmo, hay un coronel de la FARD, que teme por su vida, porque han tocado fibras sensibles. Se habla de amenazas, chantajes, y un escándalo a punto de desplomar hasta los altares. Podría estallar con fuerza de huracán. Si lo tumban, el lío será histórico. Porque su expediente, ya está transitando.
Elecciones internas, traiciones y mañas. En San Francisco de Macorís, hubo lío en las internas de la Fuerza del Pueblo. Señalan al presidente provincial, Andrés Acosta, de haber jugado sucio. ¡Atención Leonel Fernández! Si quiere credibilidad, mande una comisión a investigar y déle duro a quien intentó imponer a una presidenta “de su entorno” por la mala.
Gasolina podrida en la Policía. ¡Otra bomba! Seguimos recibiendo denuncias de que se siguen vendiendo combustibles en estaciones de la Policía, algo que no debería estar ocurriendo. Que debe ser investigado. ![]()
¡Faride Raful, investiga eso! No olvides que en la DIGESETT hay una auditoría que reveló un desfalco por más de RD$155 millones en combustibles durante la gestión de Guzmán Peralta. ¡El que juega con fuego se quema!
El “Penco” y el PLD: Ni juntos ni revueltos. En el PLD hay guerra interna. Muchos no quieren al “Penco”, pero el hombre insiste. Tiene expediente judicial, penal, criminal. Ahora carece de respaldo oficial y menos pueblo que una isla desierta. ¿Entonces? ¡Que se haga a un lado! En los predios morado no quieren imposición. Allí no hay líder.
¿10 millones para una encuesta? ¡No puede ser! Que el Ministerio de Interior y Policía pagará RD$10 millones por una encuesta es una burla al hambre, al desempleo y al dolor del pueblo.
Faride, la calle no necesita encuesta: ¡la inseguridad se respira! Te quemaste en el Congreso con el festival de préstamos del tu gobierno, y ahora estás achicharrada en Interior y Policía. Ni el mejor encuestador te salva del descrédito. Qué pena.
Cambiar el nombre no cambia la desgracia. Ahora en el PRM, lo que antes era corrupción, hoy es «debilidad». Lo que antes era asalto, hoy es «descuidos». Lo que antes era desfalco, hoy es «error administrativo». ¡Estamos en la república de los eufemismos!
¿Y Pablo Ulloa, el defensor del pueblo? ¿Alguien sabe qué hace? Porque parece que se fue de vacaciones eternas.![]()
Mientras tanto, en barrios como Los Ríos, Villa Mella, Villa Duarte y Manabao, en Jarabacoa, el crimen manda. Robos, asaltos, microtráfico y una ciudadanía desesperada. ¡Los delincuentes ya no respetan ni puertas, ni ventanas, ni iglesias!![]()
Redes sociales: el espejo que el gobierno no quiere mirar. Presidente Abinader, usted le teme más a las redes que el diablo a la cruz, y con razón.
En las redes se ve la realidad cruda: atracos, abusos, puntos de droga, corrupción y abandono.
Y lo peor es que el pueblo ya no cree en cuentos, ni en encuestas, ni en discursos bonitos.
¿Hasta cuándo? Y recuerde: soñar no cuesta nada, aunque pensándolo bien, hay un costo muy alto a la hora de soñar.



