¿La CIA y el FBI… al margen en la búsqueda de “Barbecue”?
Por Augusto Álvarez
Es difícil entender a Washington cuando ofrece una recompensa para atrapar a Jimmy Chérizier -“Barbecue”-, dando a entender que los sabuesos en nómina del Tío Sam carecen de la capacidad de olfatear y llegar hasta el líder pandillero.
El riesgo de delación en el entorno de “Barbecue” es altísimo. ¿Quién se atrevería a arriesgar la vida por cobrar una cantidad que, más que tentadora, parece ridícula frente a la muerte segura?
Esta oferta para capturar a Chérizier se inscribe más bien en una estrategia que recuerda los intentos —incluso desde la administración Trump— de justificar “los esfuerzos” por detener al exjefe policial de Haití.
Salvando las distancias, cabe preguntar: ¿cómo llegó la inteligencia estadounidense hasta Osama Bin Laden? En aquel caso, la CIA siguió de cerca a sus allegados, rastreó sus comunicaciones y así dio con su paradero.
Ahora, al ofrecer unos 5 millones a quien proporcione datos sobre “Barbecue”, parece que Washington busca sembrar ambiciones y fisuras dentro de su círculo de seguridad. ¿Funcionará la jugada gringa?
Arriesgar la vida por un pago que podría significar una sentencia de muerte no es algo que sorprenda a “Barbecue”, quien ya ha retado al Tío Sam con un claro mensaje: “Vengan a buscarme”.
