¡Bomba en La Barranquita! Si explota, arrastra a la Policía… y más allá
¡Cógelo, Picante! Lo que pasó en La Barranquita es peor que el caso del 12 de Haina, donde dos guardias y un agente de la DNCD fueron ejecutados. Aquí se habla de “doble tumbe” y la cosa pica y se extiende.

Buenos días…
Si el Ministerio Público conduce esta investigación hasta donde debe llegar, la supuesta “reforma” policial de Luis Abinader quedará sepultada para siempre.
Pero, seamos sinceros, eso solo ocurrirá si —y solo si— la pesquisa llega hasta las últimas consecuencias. Y dudamos que así sea. No por falta de muñeca de Yeni Berenice Reynoso, porque esa sí tiene bríos para juegos más pesados; sino porque, en cualquier momento, el semáforo cambia de verde a rojo y todo se detiene.
¡Atención! Desde “la República de Colombia”, en el Gran Santo Domingo, nos adelantan detalles contundentes. y por los predios del Centro de los Héroes, nos agregaron otros clavitos. En buen dominicano: hubo doble golpe, igualito al del 12 de Haina, donde dos militares y un agente de la DNCD fueron detenidos, esposados, ensalzados… y después ejecutados. ¡No se muevan de ahí….! Si el presidente Luis Abinader, cuando sea enterado, no detiene esa ¡bomba», habrá un tsunami en la Policía.
Como recordar es vivir: Danilo Medina prometió que actuaría contra la corrupción “hasta por rumor”. Y al salir del gobierno… ahí está el detalle: corrupción al por mayor y al detalle.
Luis Abinader fue el ideólogo de la “Marcha Verde”, su caballo de Troya electoral. Prometía acabar con la corrupción y la impunidad. Pero al llegar al gobierno, todo se derrumbó. La vida no sigue igual: está peor. Y varios pilares de ese “movimiento ciudadano” han terminado embarrados en la misma corrupción que juraban combatir. Aunque, sin consecuencias.
Como dice el refrán: “Una cosa es con guitarra, y otra con violín”. Donde antes decía “Digo”, ahora dice “Diego”. Para el buen entendedor, pocas palabras bastan.
Un colaborador nos escribió: “Yo no sé si el PRM gobierna bien cuando llega al poder, pero para muestra basta un botón: ese partido es el mejor en la oposición”. Y añade: “En cuanto el PRM llegó al poder, se acabaron las huelgas, desaparecieron las denuncias de periodistas, productores de TV y comunicadores. Hasta la Marcha Verde se hundió en el mar”. Remata con ironía: “¡Que viva el PRM! Que enseñe a la oposición cómo se hace oposición”. Habló clarísimo.
Nos comentaba un oficial superior de la DIGESETT, sobre el relajo y la falta de control en ese organismo. Asegura que a muchos agentes no les preocupa el caos del tránsito. Su único interés es cumplir con sus “cuotas” de infracciones. Y, cuando no las completan, van a los archivos y se las inventan.
Más increíble aún: algunos se intercambian copias de infracciones viejas para no repetir “multas” y que, por ejemplo, el verdugo “Chapulín” se cuida de no ser el mismo que fiscalizó hace quince días a Juancito El Caminador. Ahí lo levanta sospecha, pero Juancito se encuentran con esa sorpresita. Eso es una estafa, un abuso y un robo en la cara del ciudadano.
¿Y cómo se reparte ese dinero? Las multas, que en ocasiones son ficticias, deberían tener un destino claro. Antes, el dividendo se compartía entre la Procuraduría y el INTRANT, con una “varonita” para la DIGESETT. Ahora nadie sabe. Se supone que gran parte de ese dinero es para seguir «alimentando» a los presos en las cárceles. ¡Esperen! Si esto se investiga, podría provocar otro huracán. en la DIGESETT.
Presidente Abinader: Hace más de un año estamos hablando de la auditoría en la DIGESETT. La publicamos. Revelamos, con pelos y señales, el hallazgo vergonzoso que descubrieron los auditores: un «desfalco» que supera los 421 millones de pesos.
Tenemos meses denunciando y preguntando por las obras de Guzmán Peralta. Exigimos que explique al país cómo ha logrado acumular tantos recursos para ejecutar esas “maravillosas” obras.
Si usted, señor presidente, persigue la corrupción como dice, ordene a la Procuraduría investigar todo esto. Por cierto, la Procuraduría ya recibió un expediente donde sobran las pruebas.
Y no olvide que en febrero de 2023, usted presidente, habló de auditorías en la Policía. Usted conoce los resultados.
A los defensores del “apóstol” Ramón Antonio Guzmán Peralta les decimos claro: no inventamos ni acusamos; exigimos que se investigue. No somos tribunal, pero tampoco seremos cómplices del silencio.
¡Por Dios, presidente Abinader! Prohíba de una vez por decreto los famosos “vaivén” de las EDES. Están acabando con los equipos eléctricos de los dominicanos.