Dos muy buenas y una mala por la uniformada

En Villa González, Santiago, la Policía Nacional incautó 7 pistolas y un fusil, con 10 detenidos. No hubo heridos ni fallecidos.
En Guachupita, Distrito Nacional, dos jóvenes fueron apresados tras un tiroteo con las autoridades.
Asimismo, en Santiago, una persecución terminó con la captura de dos individuos luego de ser rodeados por la fuerza policial.
Estos hechos demuestran que, cuando la Policía quiere, puede actuar con profesionalismo. Parece que aprendieron la lección tras el repudio generalizado por la masacre de La Barranquita, en esa misma ciudad.
Dos actuaciones correctas en un solo fin de semana.
Pero no todo fue positivo.
En Villa Mella, un joven recién intervenido de urgencia en el Hospital Ney Arias fue trasladado pocas horas después de la cirugía a una celda inmunda destinada a “prófugos”, aún con la herida supurando.
La Policía alegó que existía una querella en su contra y que los médicos le habían dado de alta, aunque este documento no aparece por ninguna parte.
El Ministerio Público, pese a conocer el caso, no ha ordenado el traslado del joven a un centro de salud para recibir la atención médica que corresponde, antes de seguir con el proceso judicial.