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¡Bomba de Carlos Peña sacude los altares…! Deja a más de uno sin dormir

Dicen que Paliza “anda temblando”, mientras el águila vigila cada movimiento.

 

 Buenos días…

Escuchamos en en video que anda por ahí, circulando de redes en redes, que Carlos Peña, dirigente político y líder religioso que aspira a la Presidencia, soltó una bomba… aseguró que el PRM está amarrado por Washington debido a los expedientes de narcotráfico que manejan las agencias norteamericanas.

Peña arremetió contra el discurso de José Ignacio Paliza, presidente del PRM y ministro de la Presidencia, cuando este dijo: “no se extrañen si surgen más casos”, refiriéndose a extradiciones y condenas por narcotráfico.

Para Peña, Paliza habla así porque sabe lo que viene. Y después de esa bomba, dicen la malas lenguas, que el ministro “anda temblando”, y no es por frío.

El estallido que soltó Peña reventó las paredes del PRM, incendió los altares y dejó claro que ya no hay espacio para medias tintas.

Mientras tanto, el águila —que todo lo ve— observa desde arriba, tomando nota de cada nervio que salta y cada mentira que se derrumba.

Y fue más lejos: denunció que el secretario de Defensa de EE. UU. vino al país con un listado completo y que, a cambio de posponer esas extradiciones, “el gobierno entregó los aeropuertos”.

¡Ay, papá! Esa sí es una acusación seria. El presidente Luis Abinader tiene que aclararla.

La “reforma policial” de caricatura. Decir que un uniforme nuevo —calcado del de la Policía colombiana— es un “avance” en la reforma policial, es una insensatez monumental.

Por pensar así, está la imagen de la Policía Nacional enlodada, y la famosa reforma en terapia intensiva, sin credibilidad, sin resultados y sin autoridad moral.

Salgan a la calle y pregúntenle a la gente: nadie confía en esa “nueva Policía”. Quienes dirigen esa institución son, hoy por hoy, una vergüenza de marca mayor.

Dinero narco dentro de la política. Un funcionario del gobierno —nombre que ya circula en reportes de inteligencia norteamericanos— habría recibido más de 100 millones de pesos de capos dominicanos para “invertir” en política.

Y no lo digo yo. Lo dice mucha gente. E incluso, Micky López, y ustedes saben quién es ese “empresario”, confesó en televisión que entregó 50 millones de pesos al PRM en La Vega en la campaña de 2020, además de prestar helicópteros al candidato presidencial… hoy presidente de la República.

Todos esos datos, con imágenes incluidas, ya están en manos de la embajadora de EE. UU., una mujer recta, con reputación de acero, enemiga declarada del crimen organizado. Perfecta para esta guerra contra el narcotráfico que impulsa su presidente, Donald Trump.

Si el Gobierno de Abinader dice ser el más duro contra el narco… que lo demuestre. Desde el Palacio Nacional se asegura que nunca se había combatido tanto el narcotráfico. Pues bien, que el presidente Abinader instruya a su Ministerio Público a incautar los bienes de todos los narcos dominicanos extraditados y condenados en EE.UU., muchos de ellos altos dirigentes del PRM.

Ahí está el caso del diputado más votado de Santiago en 2020 —nombre reservado— a quien se atribuyen más de 2,000 apartamentos, sin que las autoridades dominicanas hayan movido un dedo. ¿Eso es transparencia? ¿O complicidad?

Corrupción: un Gobierno que suena más que una maraca. Desde que este gobierno llegó, no ha habido un solo respiro:

  • SUPÉRATE convertido en espectáculo,
  • las jeringas del Ministerio de Salud,
  • los 100 mil millones de SENASA,
  • el Gabinete Social que “no aguanta una auditoría”,
  • el escándalo del INTRANT,
  • la OGTIC.

Y la lista sigue, sigue y sigue…Milagros Ortiz Bosch dice haber sometido 276 casos por corrupción. En la Unidad Antifraude de la Procuraduría hay 50 expedientes más. ¿Resultado? Nada. Cero. Ni uno.

El presidente habla de transparencia, pero la práctica demuestra otra cosa, pues en vez de castigar a los responsables, los premia. y el caso DIGESETT es la prueba del doble discurso.

Fue una de las auditorías históricas anunciadas por el propio presidente, y reveló un desfalco de más de 421 millones de pesos durante la gestión de Guzmán Peralta en la DIGESETT. ¿Consecuencias? Ninguna.

Al contrario, Guzmán Peralta fue premiado, y exhibe hoy un “crecimiento económico” súbito, levantando obras personales como si fuera un Ministerio. De hecho, ha construido más obras que el propio Gobierno, especialmente en el distrito municipal de Gonzalo (Sabana Grande de Boyá). Cuando ese expediente se toque de verdad, la piña se pondrá agria. 

Y para colmo, mantenerlo en el cargo viola la Ley 590-16 de la Policía Nacional. Presidente Abinader, ¿y así hablan de transparencia?

CEA: invasores que creen ser dueños. Los invasores de terrenos del CEA se creen vivos, pues cambian hasta los números de las manzanas para confundir, para despistar  a los legítimos dueños y tratar de engañar a las autoridades. ¡Barbarazos! Pero el plano general los delata.

Respaldamos totalmente el trabajo del CEA y del Abogado del Estado para devolver las propiedades a quienes las compraron legalmente. La fuerza pública debe actuar sin titubeos. La invasión de terrenos no es derecho, es un delito, es crimen, es una plaga… y hay que fumigarla.

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