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En RD se habla de institucionalidad… pero la ley se viola en la cara del pueblo

¡Cógelo, Picante! Al que le pique, que se rasque. Sí, hay narcopolíticos en pánico… y un diputado anda chantajeando, listo para cantar en “do mayor” si lo entregan a los gringos.

Buenos días…

¡Cógelo, Picante!Aquí no venimos a maquillar nada. Cuando denunciamos, es porque tenemos pruebas; cuando tocamos temas “prohibidos”, es porque nuestras fuentes no fallan.

Y por eso, el discurso del presidente del PRM y ministro de la Presidencia fue escuchado con atención… pero para algunas agencias de EE.UU. no pasó de ser un cuento infantil.
Y recuerden: Donald Trump no cree en lloriqueos ni en novelas tropicales. Declaró a los narcos como terroristas y está cumpliendo lo prometido. Su equipo no tiembla: ejecuta.

Y atención: hay un senador y dos diputados dominicanos en fila de extradición.

—El senador es del Este.
—Un diputado del Cibao.
—Otro del Sur.

Hace casi dos años dijimos, aquí, en ¡Cógelo Picante!, que dos senadores del Este estaban vigilados por el águila imperial… y ahí están los resultados. Y faltan más, porque hay varios en la mira de Washington.

Lo más sabroso: uno de los diputados pedidos por EE.UU. está amenazando con hundir a sus cómplices políticos si lo entregan. Un chantaje barato. Pero debe saber algo: o se va, o se lo llevan. Y si quiere cantar, que cante… a los gringos les fascinan los coros de narcopolíticos «arrepentidos».Respeto es respeto… y la vida privada NO es material de circo

No celebramos desgracias ajenas, menos cuando involucran periodistas. Pero ni el periodista ni el «comunicador» tiene licencia para meterse en la vida privada de nadie, político o no.
Por eso, la condena al comunicador Julio Buitrago, cubano radicado en nuestro país, por difamación contra el alcalde Dío Astacio era cuestión de tiempo. El alcalde es malo tapando hoyos, pero su equipo de juristas es tremendo.

Y hablando de Astacio: su gestión es otro fiasco para Santo Domingo Este. Mucho micrófono, poca obra. La basura bajó un poco, sí, pero las calles están hechas un campo minado: hoyos, colapsos, caos. El hombre es espuma… y poco chocolate. Que no se ofenda: vamos a los barrios cuando quiera.

¿Institucionalidad? ¿Cuál? Si el primero que viola la ley es el Gobierno

Aquí se vive hablando de institucionalidad, pero se gobierna a base de violar la ley. El presidente Luis Abinader juró cumplir la Constitución, pero está incumpliendo la Ley 590-16, en su artículo 23. Y el resultado lo padecemos todos: una delincuencia desatada que desangra al país. 

Transporte público: un relajo mortal

Las competencias salvajes de minibuses y microbuses son ya un peligro nacional. Muchos parecen chatarras rodantes sin frenos ni vergüenza. Pero, ¿dónde quejarse?

  • En el INTRANT solo se habla de licitaciones “olorositas” y escándalos.
  • En la DIGESETT, de abusos y debilidades.
Microbús de pasajeros en Santo Domingo. ¡Qué Vergüenza!

Mientras tanto, los “volteos” andan como si fueran dueños de las calles: sin reglas, sin control… y sin autoridad que los frene. La DIGESETT solo persigue a las “plagas”—¡perdón!— a los motociclistas. ¡Qué espectáculo tan hermoso!

Otro ejemplo del desorden en el tránsito, que está sin control y huérfano de autoridades. Otra vergüenza de marca mayor.

Presidente, el país está jarto, con “j” y en mayúscula.

Jarto:

  • de la inseguridad que desborda las calles,
  • de los precios por las nubes que exprimen al bolsillo,
  • de las medicinas que ya ni los enfermos pueden pagar,
  • de los apagones que parecen del siglo pasado,
  • del caos en el tránsito que nadie controla,
  • de un Metro que se cae a pedazos mientras nos venden sueños,
  • y de un microtráfico que se adueñó de los barrios como si aquí no hubiera Estado.Presidente, si quiere saber cómo está el país, no pregunte en el Palacio… pregunte en la calle. Porque ya la paciencia se agotó.

 

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