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La escuela de Los Cafeces se cae a pedazos… y frente a ella el general construye su villa majestuosa

El cambio no ha llegado para la comunidad ni para los docentes… pero para "Viverito" sí que se desborda

 

Por Luis Chalas

EL SEIBO, R.D.

En los discursos oficiales, la educación dominicana es un “modelo de avances y transformaciones”.

 Pero en Los Cafeces, comunidad de El Seibo —la misma comunidad donde nació el director de la Policía Nacional, Ramón Antonio Guzmán Peralta— ese supuesto progreso jamás llegó.

La prueba está ahí, a plena luz del día: la escuelita de esa localidad se está desmoronando, sus paredes agrietadas y sus ventanas tapadas con pedazos de ojalata, mientras los niños reciben clases en condiciones que rayan en lo inhumano.

Un retrato vergonzoso del abandono estatal.

Pero lo que sí progresa —y en tiempo récord— es la economía de ciertos oficiales policiales. Porque, aunque devengan salarios que no llegan (con sus incentivos) a los 150 mil pesos mensuales, milagrosamente en pocos meses levantan fortunas estratosféricas y construyen viviendas de lujo dignas de catálogos inmobiliarios.

Uno de los casos más sonoros es el del ayudante del director de la Policía, su primo, el general Santo Guzmán Amparo, conocido como “Viverito”.

Este oficial, sin perder tiempo, levanta una villa majestuosa justo frente a la deteriorada escuela. Un contraste tan brutal que insulta la vista y la inteligencia.

La residencia —atribuida al general Guzmán Amparo, primo del jefe policial— está ubicada en la comunidad de Los Cafeces, sección Isabelita, distrito municipal Pedro Sánchez, provincia El Seibo.

Mientras tanto, la gente del lugar vive sin agua potable, sin caminos vecinales, con puentes destruidos y sin que nadie asome una solución.

El progreso, al parecer, solo llega para unos cuantos… y siempre con placa y rango.

Lo que indigna es ver la mansión brillante, impecable, sólida… y al lado, la escuelita pobre, sucia, rota y olvidada.

Un símbolo perfecto de cómo se administra este país: lujo para unos pocos, miseria para la mayoría.

La gente de Los Cafeces se pregunta, con ironía y rabia: ¿y la transparencia que pregona el presidente Luis Abinader… en qué rincón se escondió?

De estas “maravillas” de su gobierno, que sea el propio presidente Abinader quien responda en sus famosas “Semanales”.

Ni siquiera el 4% del Presupuesto Nacional destinado a Educación parece alcanzar para reparar la destartalada escuela de Los Cafecitos, en la sección Isabelita del distrito municipal Pedro Sánchez, en El Seibo.

Fíjense.

https://www.youtube.com/watch?v=BDpdnPKP0N0

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