
Por Rebeca Henríquez
Presidenta de la Fundación Derechos Humanos Global
Hoy visitamos la escuela Olegario Tenares, en Castillo, con el propósito de entregar libros sobre la breve historia de los derechos humanos y los 30 derechos fundamentales.
Para sorpresa nuestra, la directora, María Liriano, y el subdirector, Luis Peralta, nos negaron la recepción del material alegando que se requería autorización del Distrito Educativo.
Aun cuando solicitamos que revisaran el contenido de los libros y que se comunicaran con el Distrito, la directora afirmó no contar con el número de contacto, lo que despierta serias dudas acerca del compromiso de la dirección con la enseñanza de los derechos humanos.
Resulta alarmante que, mientras se permite la grabación de un video musical en una escuela —con artistas que emplearon un lenguaje inadecuado para un centro educativo—, no se otorgue permiso para distribuir materiales pedagógicos sobre la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Esta contradicción refleja una preocupante falta de prioridad hacia la formación en valores y ciudadanía.
Desde la Fundación Derechos Humanos Global, exigimos que se respete y se valore la importancia de educar en derechos humanos dentro de las escuelas. Formar a niños y jóvenes en estos principios es indispensable para construir ciudadanos conscientes y responsables, así como para avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa.