¡EE.UU al rojo vivo! Cierre del gobierno cada vez más cercano

 WASHINGTON

El presidente Donald Trump reconoció el viernes que el gobierno federal de Estados Unidos podría cerrarse si republicanos y demócratas en el Congreso no logran ponerse de acuerdo sobre una ley provisional para financiar al gobierno antes del 1 de octubre, fecha en que expira la actual autoridad presupuestaria.

“Podríamos terminar con un país cerrado por un tiempo”, dijo Trump ante los periodistas en la Casa Blanca. “Nos encargaremos de las fuerzas armadas, de la Seguridad Social y de todo lo que tengamos que atender”, dijo.

La Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, aprobó una ley provisional (un continuing resolution) que mantendría el financiamiento federal al nivel actual hasta el 21 de noviembre.

Esa medida incluye unos US$88 millones adicionales para seguridad, tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk.

Pero el Senado rechazó esa propuesta por 44 votos a favor contra 48 en contra, pues no alcanzó los 60 votos necesarios para avanzar.

En su mayoría, los demócratas se opusieron alegando que el proyecto no protegía programas clave de salud, como Medicaid ni las subvenciones del Affordable Care Act (Obamacare).

Paralelamente, la propuesta alterna de los demócratas, que incluía esas protecciones de salud, también fue rechazada en el Senado.

Si el gobierno cierra, muchos servicios federales no esenciales se paralizarán, empleados públicos podrían quedarse sin sueldo temporalmente, aunque programas como la Seguridad Social y las fuerzas armadas serían atendidos.

Los líderes republicanos aseguran que la responsabilidad del cierre recaerá sobre los demócratas si estos no apoyan la propuesta de financiamiento limpio («clean CR»).

Los demócratas, por su parte, insisten en que no firmarán nada que debilite derechos o recorte beneficios en salud, y que el enfoque republicano ignora necesidades básicas de millones de ciudadanos.

El Congreso está por entrar en receso y no volverá a sesionar hasta finales de septiembre, lo que deja muy poco margen para llegar a un acuerdo antes del plazo límite.

Está prevista una nueva votación cerca del 30 de septiembre, justo antes de que expire el financiamiento actual, si los legisladores logran volver a Washington a tiempo.