A María Corina Machado, el Nobel no le cabe
Por Ysidro Hidalgo Rijo
Pocos premios en el mundo inspiran tanto respeto como el Premio Nobel de la Paz.
No se otorga por likes ni por discursos inflamados, sino por hechos que cambian la historia y alivian el sufrimiento humano.
Por eso, a María Corina Machado el Nobel no le cabe ni en el discurso. Compararla con Nelson Mandela, Martin Luther King o la Madre Teresa es una falta de respeto a la memoria de quienes realmente sangraron por la paz.
En 1973, Le Duc Tho lo recibió por negociar el fin de la guerra en Vietnam… y tuvo la grandeza de rechazarlo, porque sabía que la paz aún no era completa.
Si María Corina tuviera esa misma dignidad, haría lo mismo: rechazar un premio que no ha ganado, porque no ha sembrado paz ni reconciliación, sino división, confrontación y un activismo que huele más a campaña que a compasión.
