Los “penny” ejecutados por la administración Trump
Ya es oficial, y era algo que se veía venir desde que comenzó el proceso gradual de desaparición de las tradicionales tiendas de 99 centavos. La eliminación progresiva del “penny” ha avanzado sin freno.
La recolección de centavos, latas y botellas —que muchas personas de escasos recursos realizaban para venderlas luego a establecimientos autorizados— funcionaba no solo como un alivio económico para los más empobrecidos, sino también como una forma de mantener más limpia la ciudad. Ese pequeño circuito de subsistencia se ha ido evaporando.
Incluso desde antes de asumir la presidencia, Donald Trump impulsó políticas que afectaron directamente hábitos cotidianos.
En supermercados y negocios similares, por ejemplo, la eliminación de las fundas plásticas obligó a los consumidores a llevar sus propios envases o comprarlos en el lugar. Una medida presentada como ecológica, pero que en la práctica se convirtió en otro costo agregado para los bolsillos más débiles.
Y surge la pregunta inevitable: ¿Está perdiendo terreno el dólar frente al euro, la libra esterlina y otras monedas fuertes?
Lo que sí es evidente es que el costo de vida en Estados Unidos se ha vuelto más pesado, especialmente durante la administración Trump. A la carga de la canasta familiar se suma el mayor monstruo económico: la renta, que se ha convertido en un dolor de cabeza insostenible para millones de familias de bajos ingresos.
La reciente elección del nuevo alcalde de Nueva York, así como los triunfos demócratas en Virginia y New Jersey, revelan con claridad un cambio en el estado de ánimo del electorado. Los votantes están enviando un mensaje: la situación económica aprieta, y las urnas empiezan a responder.
