INTERNACIONALES

Siria se unirá a la guerra contra ISIS, Hezbolá, Guardia Revolucionaria Iraní y Hamás

Giro sísmico en Oriente Medio: Damasco pasa de “patrocinador del terrorismo” a socio estratégico de EE.UU. en menos de un mes

ORIENTE MEDIO

El enviado especial de Estados Unidos para Siria, Tom Barrack, anunció el jueves que la incorporación oficial de Siria a la coalición internacional contra el ISIS marca el inicio de una nueva etapa de coordinación directa entre Washington y Damasco.

La alianza —impensable hace apenas semanas— incluye combatir no solo a los remanentes del ISIS, sino también a la Guardia Revolucionaria Iraní, Hamás y Hezbolá, redes consideradas hostiles por Estados Unidos.

Las declaraciones de Barrack llegaron horas después de que la coalición internacional anunciara la adhesión de Siria como su miembro número 90, una incorporación catalogada como “histórica”.

La decisión se formalizó tras la visita del presidente interino Ahmed al-Sharaa a la Casa Blanca, visita que simboliza el giro más radical en la política siria hacia Occidente desde el inicio de la guerra en 2011.

En un mensaje publicado en X, Barrack afirmó: “Damasco nos ayudará ahora a combatir y desmantelar los remanentes del ISIS, la Guardia Revolucionaria Iraní, Hamás, Hezbolá y otras redes terroristas, y se mantendrá como un socio comprometido en la búsqueda de paz y estabilidad”.

Una nueva hoja de ruta para reconstruir Siria

Según Barrack, Washington y Damasco ya han acordado una hoja de ruta para la siguiente fase, que incluye la integración de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) —de mayoría kurda— en las estructuras económicas, de seguridad y administrativas del Estado sirio.

Esta integración forma parte de un plan más amplio para reconstruir instituciones estatales después de más de una década de guerra y fragmentación territorial.

Días antes de la visita, Washington retiró a Ahmed al-Sharaa de su lista de terroristas designados, una decisión sincronizada con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que levantó las sanciones internacionales en su contra.

Este movimiento eliminó los principales obstáculos diplomáticos para la reincorporación de Siria al sistema internacional.

Durante su encuentro con el presidente estadounidense Donald Trump, al-Sharaa afirmó que Siria entra en una nueva fase estratégica: de ser un Estado acusado de apoyar al terrorismo, ahora pasa a convertirse en socio directo en su combate.

También expresó su intención de liderar la reconstrucción nacional y contribuir a la estabilidad de la región.

De aliados iraníes a socios occidentales

La incorporación de Siria a la coalición llega tras años en que Teherán y Moscú sostuvieron militarmente al depuesto presidente Bashar al-Asad, derrocado en 2014 tras un levantamiento generalizado. Irán movilizó a milicias chiitas —incluido Hezbolá en el Líbano— para defender al régimen de Asad hasta que el equilibrio militar terminó inclinándose en favor de la oposición respaldada internacionalmente.

La coalición internacional, fundada en 2014, desplegó tropas en Irak y Siria para derrotar al Estado Islámico.

Con apoyo aéreo y logístico estadounidense, las FDS lograron destruir el último bastión territorial del EI en 2019.

Barrack anunció que participará en una reunión trilateral en Washington junto al secretario de Estado estadounidense Marco Rubio, el ministro de Exteriores turco Hakan Fidan y el canciller sirio Asaad al-Shaibani.

Allí se acordaron las líneas generales del plan para integrar formalmente a las FDS dentro de las instituciones del nuevo Estado sirio.

El comandante de las FDS, Mazloum Abdi, celebró la incorporación de Siria a la coalición y calificó la decisión como “fundamental para consolidar la eliminación definitiva del ISIS”, reiterando su compromiso con la integración de las fuerzas en los ministerios de Defensa e Interior.

Nuevos ataques elevan tensión en Gaza

Una mujer palestina, Maysaa Jaber Al-Attar, murió este viernes tras ser alcanzada por disparos de un dron israelí en la zona de Al-Atatra, al noroeste de la ciudad de Gaza.

Se trata de la víctima más reciente en una serie de incidentes ocurridos después del alto el fuego del 11 de octubre, el cual no ha detenido la violencia: desde entonces, 260 palestinos han muerto y más de 630 han resultado heridos.

En la Cisjordania ocupada, varios agricultores palestinos resultaron intoxicados por gas lacrimógeno después de que las fuerzas israelíes atacaran, por tercer día consecutivo, a residentes que araban sus tierras en la aldea de Rashaydeh, al este de Belén. Además de disparos y bombas sónicas, los soldados obligaron a los campesinos a abandonar sus terrenos y confiscaron dos tractores agrícolas.

A pesar de los anuncios políticos y las negociaciones internacionales, la situación humanitaria sigue deteriorándose en Gaza y Cisjordania, con restricciones crecientes al acceso de civiles a sus tierras, ataques contra trabajadores agrícolas y operaciones aéreas con drones que continúan causando víctimas.

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