En la frontera, la ‘ley’ abre un ojo y cierra otro

Por Augusto Álvarez
Se ha reportado la escasez de gasolina en la franja de nuestra frontera común con Haití ¿Quiénes manejan el negocio?
Las franjas fronterizas constituyen en todas partes, un dolor de cabeza para las autoridades. Aquí no es la excepción.
Drogas, alcohol, todo cuanto sea ilícito, pero que produzca dinero, es un negocio donde la ley abre un ojo y cierra otro.
¿Podría un miserable de éste o del otro lado sin una sombrilla de protección, movilizar una gran cantidad de gasolina o de lo que sea, sin ser visto?
Los escrúpulos de quienes buscan pescar en un Haití, en donde la escasez de todo es lo normal, resulta explicable el trasiego de combustible, y vendiendo al otro lado a precios multiplicado por 5, sacar provecho de la extrema necesidad.
La semana pasada, aparecieron en la prensa, grandes galones en los cuales se hacia el trasiego ¿culpables? de inmediato se citó a los haitianos.
Incluso se dijo que hasta en la provincia Peravia, se habían desabastecido las estaciones expendedoras de carburantes.
Meses atrás, un carajete hacía gala en las redes, de haber ido a Haití a comprar un arma, la que exhibió como si se tratara de una gran victoria.
También suele presentar la gran prensa, a parturientas haitianas que vienen en bloque a ver nacer sus criaturas en nuestros hospitales.
¿Cómo cruzan y llegan hasta el centro médico preseleccionado para ver nacer el fruto de su vientre?
Reiteramos, las fronteras constituyen un negocio redondo para el florecimiento de los ilícitos. De ahí, que escaseando el combustible en Haití ¿cómo atajar a los negociantes?