REFLEXIONES: No dejes que el demonio te ponga contra Dios
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Hola amigos, ¿qué tal? Génesis nos recuerda aquella escena en la que el demonio, pone en la mente y el corazón de Eva la idea del pecado, para tentar a Adán y desobedecer ambos a Dios, todo representado en la serpiente y la manzana, aunque parezca un cuento de niños, si profundizamos, leemos y estudiamos a fondo esta historia, le encontraremos sentido.
El salmo 129 nos dice que del Señor viene la misericordia y la redención copiosa, si le gritamos al Padre desde lo más hondo de nuestros corazones pidiéndole perdón y misericordia, entonces Él nos redimirá.
En la medida en que nuestro hombre exterior se va desmoronando, y renunciamos a la presencia del mal en nuestras vidas, al recibir la Gracia de Dios, nuestro hombre interior se va renovando día a día, tal como nos dice san Pablo.
¿Cómo va satanás a echar a satanás?, nos dice el Señor en el evangelio de san Marcos de hoy, si tu estas viviendo en el pecado, tu no podrás jamás liberarte por sí solo del pecado, debes acudir al Padre, quien te perdonará todo pecado, salvo que blasfeme contra el Espíritu Santo.
El término blasfemia puede definirse como «irreverencia desafiante», se puede aplicar a pecados tales como maldecir a Dios o decir cosas intencionalmente degradantes relacionadas con Dios. La blasfemia es también atribuir algún mal a Dios, o negarle algún bien que deberíamos atribuirle a Él. Este caso particular de blasfemia, se llama «la blasfemia contra el Espíritu Santo» en Mateo 12:31.
Los fariseos, habiendo sido testigos de pruebas irrefutables de que Jesús estaba obrando milagros con el poder del Espíritu Santo, afirmaron en cambio que el Señor estaba poseído por un demonio (Mateo 12:24). Fíjese que en Marcos 3:30 Jesús es muy específico acerca de lo que los fariseos hicieron para blasfemar contra el Espíritu Santo: «Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo».
Víctor Martínez te pide tener el cuidado de no negar a Dios, de no maldecir, no negarle sus obras, sino glorificarlo, jamás decir cosas denigrantes de Él, pues de esta manera estaremos blasfemando contra su Santo Espíritu. A Dios se ama sobre todas las cosas, se le guarda respeto y se glorifica.
Hasta la próxima.
