Mensaje 4195
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
La humildad es una cualidad o característica humana que es atribuida a toda persona que se considere un ser pequeño e insignificante frente a lo trascendente de su existencia o a Dios.
Es un valor contrario a la soberbia, una persona humilde es digna de confianza, flexible y adaptable, en la medida en que uno se vuelve humilde adquiere grandeza en el corazón de las demás personas. Es una persona modesta, que vive sin mayores pretensiones, sin pensar que es mejor o más importante que otros.
Las lecturas de hoy nos hablan de la oración, y coinciden en que el Señor no hace oídos sordos a la súplica de los humildes. Así, según la primera lectura, Dios atiende los gritos del pobre, del oprimido, del huérfano o de la viuda. Igual leemos en el salmo. San Pablo da gloria a Dios que siempre le ha escuchado y de quien espera su corona. Y en el evangelio, Jesús confirma la predilección de Dios por la oración de los humildes, de la que nos hablaba ya el Eclesiástico en la primera lectura.
Víctor Martinez piensa que, todos queremos ser gratos a los ojos de Dios, pero para esto no debemos olvidar que, es la actitud humilde del corazón lo que hace al hombre grato ante Dios.
No soy quien, para juzgar, pero si para invitar a la reflexión, pienso que, en el perfil de un dirigente cristiano, ministro, predicador, pastor, sacerdote u obispo, el primer valor que debe existir es la humildad, reflejada a través del trato fino y cortés que usted le dispensa a los demás.
Maltratar de palabras o acciones a sus compañeros, feligreses, subalternos, empleados o cualquier persona, mostrando falta de humildad es indigno y refleja la ausencia de Dios en su vida.
Dejemos los títulos que nos engrandecen, las posiciones que se nos van a la cabeza, olvidando que son pasajeras, las actitudes prepotentes, el creerse superior e imitemos en verdad a Jesús.
No maltrates al servicio doméstico de tu casa, al guardián de la puerta, a quien pide en la calle, a quien te atiende brindándote un servicio, a los niños, envejecientes, a tu pareja, se humilde y muestra que llevas a Dios en tu corazón.
Gracias a nuestra hermana Matilde Farach quien nos apoya cada domingo para llevar la Palabra de Dios a todos los rincones del mundo.
Hasta la próxima.
