
Mensaje 4197
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Me preguntaba alguien muy querido cuando empecé con esta labor desde Turquía de llevar la Palabra de Dios por todo el mundo a través del don de la escritura (que me había otorgado el Espíritu Santo después de años pidiéndoselo), que si no me daba vergüenza.
Una decisión difícil fue entender que me había despojado de todo, que no tenía nada, que mi actividad principal para vivir no serían mis productivas conferencias, consultas psicológicas, y todo lo que me pasé la vida haciendo para subsistir, que solo iba a depender del nuevo trabajo otorgado por el Señor en la Empresa de Dios 24/7.
Que, a través de los Miembros de la Comunidad de Amor de la Fundación Vidas en Desarrollo, recibiría mi salario otorgado por el Padre y que mi estabilidad de vida estaría en las manos y el corazón de quienes agradecidos de Dios, a veces de mí, se acordaran de apoyarme en esta misión.
Pero como aprendí que todo debe recibirse a cambio de algo, me consagré 24/7 a escuchar y orientar a todo el que me contactara y perteneciera a la comunidad, a enviarles mis mensajes, conferencias, talleres, ahora libros y lo que es mejor aún a orar cinco veces al día por todos y cada uno de ellos. De esta manera tu aportas a cambio de todo lo que hago por ti, en tus manos está valorar el fiel cumplimiento de mi trabajo y apoyar la proliferación de la Palabra de Dios para glorificarlo por el mundo entero.
No, no me da vergüenza vivir como vivo, y que la gente lo sepa, ya no hay jeepeta en la que transitar, la cambié por autobuses públicos abarrotados de gente, ya mi closet no tiene 20 trajes de vestir y mas de 200 corbatas las cuales coleccionaba, ya mis zapatos no son florsheim, son tenis y botas para la nieve, ordinarios y baratos, dos jeans y algunos abrigos me es suficiente ¿y qué importa?
¿Tu sabes lo bueno que es despertar sin deudas, ni problemas de tarjetas de crédito, ni el mantenimiento del vehículo y con la seguridad de que Dios te proveerá el alimento de hoy?
Aquí la gente no me mira, no me critica, no les importa lo que te pones, a veces no tengo ni con que salir, me quedo días encerrado escribiendo para el Señor y atendiendo por WS a todo el que necesita de mí, esperando conforme, además, quien se acuerde de ¿diezmar? a favor de esta obra.
No, no me da vergüenza reconocer qué tan pecador he sido y cómo he vivido mi proceso de transformación espiritual, tratando de purificar mi alma y ser cada día mejor persona.
Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad, más humilde, más consciente, cada día más feliz, mas libre y con más paz.
A veces me dan deseos de volver a mi antigua vida, de confort, comodidad, placeres, derroches, entre los míos, en mi país, pero… “¿de que le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde la vida?” (Marcos 8).
Pienso que ya en mi edad este ha sido un premio de Dios, en efecto, aprendí que, “el que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga.” Como nos dice la 1 de Pedro 3:10-11
A esto se le llama salir de la zona de confort, confiar en Dios, por eso me atrevo a decirles, mis queridos hermanos que, “no se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios: buena, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2).
Víctor Martinez no siente avergonzado de decirte todos los días, que Dios te bendiga, hasta la próxima.



