
Mensaje 4214
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Compartir los pormenores de esta religión me llevará par de días, por ser esta una historia que me gustaría que todo buen católico conozca, es muy bonita, con mucho sentido, aunque con grandes interrogantes acerca de la veracidad de muchos hechos.
He utilizado un artículo publicado por Edison Veiga.
“En el folleto distribuido por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (nombre oficial de la institución popularmente llamada Iglesia de los Mormones) se llama a Joseph Smith (1805-1844), “un profeta de Dios”.
Allí, se lo ilustra como un hombre elegante y bien vestido, blanco, de cabello castaño claro, ojos azules y semblante altivo.
¿Pero cómo pudo este hijo de un granjero de Vermont crear una nueva iglesia cristiana en el Estados Unidos del siglo XIX? Según expertos, además de la visión que Smith afirmaba tener, contribuyó el contexto estadounidense.
“El mormonismo es un producto típicamente estadounidense, propio del ambiente del país del siglo XIX”, le dice a BBC News Brasil el historiador, filósofo y teólogo Gerson Leite de Moraes, profesor de la Universidad Presbiteriana Mackenzie, en São Paulo.
“Fue un momento en la que aparecieron varios grupos religiosos, hoy clasificados como sectas. La diferencia es que la iglesia [fundada por Smith] terminó convirtiéndose en una potencia, ahora extendida por todo el mundo”.
Según la última edición del informe estadístico difundido por la propia iglesia, con datos hasta finales de 2022, hay 17 millones de seguidores en todo el planeta. Y Estados Unidos, México y Brasil son los países con mayor número de mormones en el mundo.
Al clasificar el mormonismo como un “producto típicamente estadounidense”, Moraes sostiene que se trata de “una especie de fe compuesta, una religión que engloba tendencias de muchas otras: cristianismo, judaísmo, islam y elementos del paganismo antiguo; una síntesis”.
“Otro elemento importante es su capacidad de metamorfosis. Se fue modificando con el tiempo. Algunas cosas terminaron omitiéndose, cambiando porque no funcionaron bien. A otras se les dio nuevos significados, se reinterpretaron”, comenta el teólogo.
La historia comenzó cuando Joseph Smith era un adolescente que rezaba mucho. A los 14 años, según el relato oficial mormón, le preguntó a Dios a qué iglesia debía unirse. Según su propio texto, fueron días “de gran alboroto”, en los que su mente se había visto “llevada a serias reflexiones y a una gran inquietud”.
“Era un joven de principios del siglo XIX que estudiaba mucho la Biblia y se preocupaba por si vivía como Dios quería que viviera. En la primavera de 1820, rezó en voz alta a Dios para buscar perdón y guía”, le dice a BBC News Brasil el historiador estadounidense Keith Erekson, director de investigación histórica y divulgación de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Se dice que Smith recibió una respuesta. “Se le aparecieron dos seres celestiales: Dios, el padre; y su hijo Jesucristo”, cuenta Erekson. “Jesús le dijo a Joseph Smith que sus pecados le habían sido perdonados, y Joseph supo que más tarde recibiría más información sobre lo que debía hacer”.
Según el relato de Smith, vio «dos personajes cuyo esplendor y gloria desafían toda descripción, flotando en el aire sobre mí». “Uno de ellos me habló, llamándome por mi nombre, y dijo señalando a otro: ‘Éste es mi hijo amado. Escúchalo’.»
Respecto a su pregunta, escribió: “Me dijeron que no me uniera a ninguna de ellas [de las iglesias existentes], ya que todas estaban equivocadas”. Smith habría escuchado de Jesús que todos los credos “eran una abominación” y las religiones eran “corruptas”.
Erekson dice que la familia de Smith, donde había once hijos, era religiosa.
“Leían la Biblia con regularidad, escuchaban a los predicadores en varias iglesias y reuniones públicas siempre que era posible”, señala. “La madre de Joseph y tres de sus hermanos se unieron a la Iglesia Presbiteriana. Después de que Joseph organizó la iglesia, todos los miembros de su familia se unieron a ella”.
Cuando se difundió la historia de la visión de Smith, él se sintió víctima de persecución y prejuicios, especialmente por parte de aquellos que asistían a otras iglesias. Según su propio texto, fue tres años después, en septiembre de 1823, cuando tuvo otra revelación. Esta vez vería un ángel llamado Moroni.
“Me dijo que había un libro escondido, escrito en planchas de oro, que contenía un relato de los antiguos habitantes de este continente, así como su origen y procedencia”, dijo Smith. “También dijo que el libro contenía la plenitud del evangelio eterno, tal como lo entregó el salvador a los antiguos habitantes”. Junto a los libros debería encontrar, como le dijo el ángel, dos piedras en anillos de plata. «La posesión y el uso de estas piedras era lo que constituía a los ‘videntes’ en la antigüedad», escribió. “Y que Dios los había preparado para usarlos en la traducción del libro”.
Smith también dijo que no debería mostrar estas planchas de oro a nadie. El ángel habría regresado anualmente, durante cuatro años, para darle más instrucciones al joven. Sólo entonces Smith habría encontrado el libro, en una montaña cercana al pueblo de Manchester, en el estado de Nueva York.
“En el lado oeste de este cerro, no lejos de la cumbre, bajo una piedra de tamaño considerable, estaban las planchas, depositadas en una caja de piedra”, relató.
Mañana continuamos con esta hermosa historia de nuestros hermanos los mormones.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestra hermana Diana Freites.
Hasta la próxima.



